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Estocolmo (Suecia) ¿Existe una ética periodística?

El 6 de abril tuvo lugar en la residencia universitaria Ateneum de Estocolmo una mesa redonda con varios periodistas de la prensa nacional y de la televisión, una profesora de la Escuela de Periodismo y el ombudsman o defensor del pueblo ante la prensa. El tema del debate había sido formulado en forma de pregunta: “¿Existe una ética periodística?”.

Los profesionales contaron, entre otras cosas, experiencias de situaciones extremas en las que el periodista se encuentra en la disyuntiva dramática entre seguir el dictado de su conciencia o hacer carrera.

Se tocó también el tema de la veracidad y la objetividad, que con frecuencia resultan deliberadamente lesionadas en aras de una lectura más interesante o, al menos, más amena de la información. Otras veces es la prisa ante la necesidad de comentar una noticia inesperada, la falta de tiempo para documentarse, lo que lleva al periodista a poner en compromiso la verdad.

La intervención del ombudsman versó principalmente sobre el respeto a la intimidad y a la integridad personal. Según él, un buen periodista ha de respetar la verdad, ejercer la justicia y mostrar empatía: esto último significa tener corazón, terminó diciendo.

La respuesta a la pregunta que daba título al debate fue, obviamente, positiva. Existe una ética periodística, aunque por desgracia sus transgresiones son frecuentes. Por otra parte, hay que tener en cuenta, por ejemplo, que en nuestra sociedad la esfera privada va disminuyendo a medida que la esfera pública aumenta.

Tras el debate, el público hizo algunas preguntas. Por último hubo un café que permitió a todos cambiar impresiones con los relatores en un ambiente distendido.

Muchos de los participantes en la sesión volvieron a sus casas con conciencia clara de que hay que intervenir y opinar, de que en el fondo el público es responsable de la prensa: de hecho, si un periódico o un programa televisivo se queda sin público, no sigue adelante.

Romana, n. 42, enero-junio 2006, p. 125-126.

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