Seminario internacional sobre las oficinas de comunicación de la Iglesia
Alrededor de 300 profesionales de la comunicación de la Iglesia, provenientes de 52 países, se reunieron en Roma del 27 al 29 de abril para participar en el V Seminario Profesional sobre Oficinas de Comunicación de la Iglesia. El encuentro fue organizado por la Facultad de Comunicación Institucional de la Pontificia Università della Santa Croce. El título de esta edición era: “Dirección estratégica de la Comunicación en la Iglesia. Nuevos desafíos, nuevas propuestas”.
Han sido objeto de debate diversas cuestiones relacionadas con los contenidos de la comunicación institucional en el ámbito eclesial y con el modo de transmitirlos de manera clara y positiva.
La jornada del 27 de abril estuvo dedicada a la organización y dirección del Departamento de Comunicación. La primera intervención, a cargo de Juan Manuel Mora, docente de comunicación institucional de la Pontificia Università della Santa Croce, tenía por título: “Algunas claves para la dirección de las Oficinas de Comunicación de la Iglesia”.
En el caso de una institución religiosa —afirmaba Mora— «ser claros no significa renunciar al misterio, negar la trascendencia, banalizar el mensaje: esto equivaldría a olvidar la propia identidad. Ser comprensibles significa más bien situar en su contexto la experiencia religiosa, transmitir el significado de las acciones, los motivos y los objetivos».
La segunda conferencia afrontó un aspecto específico de la dirección del departamento de comunicación: la capacidad emprendedora y creativa. Ésta resulta fundamental en los nuevos escenarios de la comunicación, que exigen que una Oficina de Comunicación sea fuente de ideas, laboratorio de proyectos, centro de relaciones. La profesora Julia Prats, de la IESE Business School, desarrolló algunas de las características del ser emprendedor, como «la habilidad para identificar oportunidades, la pericia en evaluar su factibilidad y, finalmente, la capacidad de transformarlas en realidades tangibles».
En la sección sucesiva, dedicada a la valoración de diferentes programas de comunicación, se presentaron experiencias concretas de la Iglesia italiana y de la Iglesia estadounidense. Mons. Claudio Giuliodori, director de la Oficina de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Italiana, describió el programa de comunicación adoptado ante el referéndum italiano de 2005 sobre la fecundación asistida haciendo hincapié sobre algunas de sus consecuencias, que juzgó positivas: «el referéndum ha servido también para redefinir el rol de los católicos en el país —afirmó Mons. Giuliodori—, quienes demostraron ser solícitos defensores y promotores de los valores fundamentales e irrenunciables de la vida social: valor de la vida, centralidad de la familia, ciencia, cultura, solidaridad y subsidiariedad. Un dato interesante que merece ser desarrollado son las importantes convergencias con muchos no católicos en lo relativo a los valores de la vida».
Por su parte, el director de comunicación de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Mons. Francis J. Maniscalco, ofreció un cuadro de “La Iglesia estadounidense después de la crisis”. A estas dos intervenciones siguió un vivo debate, moderado por la Dra. Leticia Soberón, del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.
La sesión vespertina consistió en una mesa redonda sobre el tema “Tomar la iniciativa. Experiencias de Oficinas de Comunicación de Diócesis y Conferencias Episcopales”. Fue moderada por el director de la agencia Zenit, Jesús Colina, e intervinieron en ella María Hasselgren —responsable de la Oficina de Prensa de la Diócesis de Estocolmo—, Victor Khroul —director de la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Rusa— y Jan-Willem Wits, portavoz de la Conferencia Episcopal Holandesa.
La jornada del viernes 28 de abril se abrió con las conferencias de Mons. Angelo Amato, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, acerca de “La presentación del Magisterio de la Iglesia en el mundo de los media”, y de Diego Contreras, docente de Análisis de la información en la Pontificia Università della Santa Croce, sobre “‘Framing’ y ‘news values’ en la información sobre la Iglesia Católica”.
«Magisterio y comunicación están en estrecha relación, dado que corresponde al Magisterio interpretar con fidelidad y comunicar con autoridad a los fieles la Palabra de Dios», comenzó Mons. Amato. «En realidad, no siempre la situación concreta corresponde a este ideal, ya que hay condiciones que obstaculizan su actuación». El desafío se encuentra por tanto «en la formación, que implica una planificación creativa, de alta calidad cultural y, sobre todo, de profunda educación en la fe».
El Prof. Contreras afirmó que «quizá es inevitable un cierto nivel fisiológico de recelo recíproco entre el periodista de un medio de comunicación y el comunicador institucional». Pero es absurdo —continuaba— «el razonamiento de quien piensa (por parte de la prensa) que se puede hacer un auténtico periodismo sólo cuando se ataca. O bien (por parte del departamento de comunicación) que toda crítica es, por definición, un ataque. En realidad, es preferible subrayar aquello que une. Por ejemplo, la existencia de un enemigo común: la ignoracia del público».
Austen Ivereigh, director de Asuntos Públicos del Arzobispado de Westminster (Londres), con una conferencia titulada “¿Hablar o callar? Responder a las noticias en un ambiente post-cristiano”, y Marco Tosatti, vaticanista de La Stampa, que disertó acerca de “La agenda de los media y la agenda de la Iglesia. Una perspectiva periodística”, fueron los ponentes de la segunda sesión de estudio de casos del seminario. «Lo que desean los periodistas que llaman a la puerta de una Oficina de Comunicación de la Iglesia —afirmó Tosatti— es fiabilidad, sinceridad y disponibilidad». El encuentro fue moderado por Cindy Wooden, del Catholic News Service.
La segunda mesa redonda, coordinada por el decano de la facultad organizadora, Norberto González Gaitano, estuvo dedicada al tema: “¿Es posible comunicar lo esencial? El difícil paso de la información ‘eclesiástica’ a la información ‘religiosa’”. Intervinieron Maria Grazia Murru y Patricia Thomas, vaticanistas de Associated Press Television News, que afrontaron el tema “La religión en los media seculares”, y Gennaro Ferrara, de Sat2000, que leyó la relación del director de Avvenire, Dino Boffo, sobre “La religión en los media católicos”.
«Los media católicos deberían hablar de todo, absolutamente de todo, teniendo presente, y dejando entrever, que creer es moderno —afirmaba Boffo—. Hablar de todo sin dejarse contagiar por la difundida opinión de que la religión es un hecho residual. Es necesario hablar también de las noticias más incómodas: referirlas con prudencia, pero sin reticencias o temores, porque Dios es más grande que nuestros pecados».
La última jornada comenzó con la Santa Misa en honor de S. Catalina de Siena, patrona de la Facultad de Comunicación Social Institucional, en el X Aniversario de la facultad. Ofició la celebración Mons. John Foley, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, en la basílica de Santa Maria sopra Minerva, que custodia los restos de la santa.
Acto seguido tuvo lugar una sesión práctica con Barry McLoughlin y Laura Peck, de McLoughlin Media de Canadá, titulada “Código de navegación de los portavoces de la Iglesia”.
El seminario concluyó con la intervención del director de la Sala Stampa de la Santa Sede, Joaquín Navarro-Valls, sobre el trabajo desarrollado durante el período de transición del pontificado de Juan Pablo II al de Benedicto XVI. Dos fueron los aspectos profesionales de los que se ha evidenciado la necesidad: estructura informativa y estrategia comunicativa. El invitado desarrolló ambos temas desde un punto de vista académico, partiendo de las cuestiones logísticas hasta llegar a las necesidades particulares de cada periodista. «Quiero que quede clara una cosa imprescindible para un comunicador de la Iglesia —comenzó el Dr. Navarro—: el acceso a los hechos y a las personas. Si el propio comunicador no está seguro de lo que va a comunicar, no transmitirá jamás seguridad a quien lo escucha».
Docentes y profesionales de los medios de comunicación han ofrecido también, a lo largo del seminario, sus puntos de vista sobre el trabajo de las Oficinas de Comunicación de la Iglesia mediante la presentación de más de 30 comunicaciones. A modo de ejemplo se señalan, entre otras, la de Miriam Diez Bosch, acerca de “La comunicación de la Conferencia Episcopal Española”, la de Klaus Klein-Schmeink sobre “La JMJ 2005 en Colonia en el espejo de la prensa alemana”, y la de Andreu Rocha Scarpetta sobre “La responsabilidad de las Oficinas de Comunicación de la Iglesia en el contexto ecuménico e interreligioso”.
Romana, n. 42, enero-junio 2006, p. 122-124.