Romana

Del 3 al 9 de diciembre de 1998, cuatro fieles laicos y dos sacerdotes de la Prelatura se reunieron en la sede de la Curia prelaticia del Opus Dei, en Roma. Los fieles laicos eran dos jóvenes profesionales nigerianos, un físico brasileño y un filólogo hispánico. Habían acudido a Roma para recibir del Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, algunas orientaciones pastorales en preparación del comienzo del trabajo apostólico estable en la República de Sudáfrica.

Sudáfrica es un país de rica diversidad. Sus gentes, sus culturas y tradiciones, su belleza natural y su fauna son algunos de los aspectos que configuran the rainbow country, el país del arco iris, como a veces se le llama. La extensión del país es de 1.219.090 km2; la población, de 42 millones de habitantes, de los que el 8,8% son católicos. La etnia mayoritaria son los Nguni, que constituyen dos tercios de la población. El resto son indios, afrikaners y angloparlantes de distinta procedencia que en su día dejaron sus países y emigraron a Sudáfrica.

Durante el Concilio Vaticano II, el Cardenal Owen McCann, Arzobispo de Ciudad de El Cabo, escribió al Beato Josemaría Escrivá para pedirle que el Opus Dei comenzara allí sus actividades. Sin embargo, en aquel momento no fue posible atender esa petición.

Desde hace cuatro años, algunos fieles de la Prelatura vivían en Sudáfrica por motivos profesionales. Este hecho dio lugar a que se organizaran regularmente viajes mensuales de otros fieles del Opus Dei desde Kenia y Nigeria, con el objeto de impartir medios de formación cristiana para esos fieles de la Prelatura y sus amigos. Por entonces había ya un grupo de personas interesadas en vivir el espíritu del Opus Dei en Ciudad de El Cabo y en la provincia de Gauteng, cuyas dos ciudades más importantes son Johannesburgo y Pretoria.

El Obispo de Johannesburgo, Mons. Reginald Orsmond, escribió una carta en marzo de 1998 para invitar a la Prelatura a comenzar establemente sus actividades en la Diócesis. El 10 de diciembre de 1998, fiesta de Nuestra Señora de Loreto, cuatro fieles de la Prelatura —los otros dos llegarían más tarde— aterrizaron en el aeropuerto internacional de Johannesburgo. Al día siguiente fueron a visitar al Obispo de Johannesburgo y al Arzobispo de Pretoria, así como al Nuncio Apostólico. El primer sagrario de la Prelatura en Sudáfrica quedó instalado el 16 de diciembre.