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Il Club Juvenil Guayacán, di Caracas, ha compiuto venticinque anni. Per l'occasione, Mons. Alvaro del Portillo ha fatto pervenire al Direttore del Centro la seguente lettera.

Roma, 8 de enero 1988

Muy querido Max: ¡que Jesús me guarde a mis hijos del Club Guayacán!

He recibido tu carta en la que me comunicabas la celebración de los veinticinco años del Club Juvenil Guayacán, y quiero enviaros enseguida estas líneas para que sepáis con cuánto cariño me uno a vuestra alegría y a vuestra acción de gracias a Dios por este aniversario.

Nuestro santo Fundador, desde el Cielo, nos acompaña muy de cerca en nuestro agradecimiento por la innumerable cantidad de beneficios que la Trinidad Beatísima ha concedido a tantas almas, a través de la labor apostólica que se ha realizado ahí.

Hijos míos, el comienzo de esta etapa de la vida del Club coincide con un Año Mariano. Sé que amáis mucho a la Santísima Virgen, y que acudís a su protección y amparo. Ella os ayudará a renovar vuestros afanes de lucha, para ser cada día más santos y mejores instrumentos en las manos de Dios. Inculcad esta devoción y cariño a María a los que participan en las actividades de formación espiritual y humana que organizáis en el Club Guayacán, haciéndoles considerar la solidez y la dulzura de recorrer este camino terreno siendo muy marianos.

Ruega a todos, de mi parte, que recen por mis intenciones. Me apoyo muy confiadamente en vuestras oraciones.

A todos mis hijos, a los socios del Club Juvenil Guayacán y a sus familias, os envía una bendición muy cariñosa,

vuestro Padre

Alvaro

Romana, n. 6, Gennaio-Giugno 1988, p. 110.

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