Romana

Coincidiendo con la celebración del Año de la Familia, inaugurado por el Papa Francisco el pasado 19 de marzo (solemnidad de san José), el presente número de Romana recoge diversas iniciativas que desean poner el foco en la belleza y la alegría del amor familiar.

Al inicio del Año de la Familia, el Papa Francisco recordaba: «En este tiempo de pandemia, en medio de tantas dificultades tanto psicológicas como económicas y sanitarias (…) los lazos familiares han estado y siguen estando muy probados, pero al mismo tiempo continúan siendo el punto de referencia más firme, el apoyo más fuerte, la salvaguarda insustituible para la estabilidad de toda la comunidad humana y social».

Y, refiriéndose a la función personal y social de las familias, añadía: «¡Apoyemos, pues, a la familia! Defendámosla de todo lo que comprometa su belleza. Acerquémonos a este misterio de amor con asombro, discreción y ternura. Y comprometámonos a salvaguardar sus vínculos preciosos y delicados: hijos, padres, abuelos... Necesitamos estos vínculos para vivir y vivir bien, para hacer la humanidad más fraterna» (Francisco, 19 de marzo de 2021).

El próximo Encuentro Mundial de las Familias con el Santo Padre, al final de este año especial, tendrá como lema «El amor familiar: vocación y camino de santidad». Como recordaba el prelado del Opus Dei, este lema resuena como una llamada para que cada fiel de la Iglesia procure ser un «mejor testimonio del amor de Dios en el propio ambiente, especialmente en la familia». Entre otros modos «buscando maneras de preocuparnos de otras familias, de las personas necesitadas y de los pobres. Estoy seguro —continuaba— de que la iniciativa de cada familia encontrará modos creativos para ser, como escribía san Josemaría, sembradores de paz y de alegría» (Mons. Fernando Ocáriz, mensaje del 19 de marzo de 2021).

De alguna manera, durante todo este año, la Iglesia —la familia de los hijos de Dios, hermanos en Cristo— desea ponerse al servicio de todas las familias, ser su apoyo y una fuente de inspiración.