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Algunos datos económicos de 2020

En este apartado de Romana se recogen periódicamente informaciones económicas correspondientes al año anterior. Se desea, también de este modo, agradecer la ayuda prestada por numerosos benefactores que colaboran en la labor de evangelización que desarrolla la Prelatura del Opus Dei.

Por otra parte, es justo recordar que los fieles de la Prelatura son católicos corrientes, fundamentalmente laicos, que viven de su trabajo: se sostienen como cualquier otro ciudadano y, en la medida de sus posibilidades –después de proveer a su sostenimiento personal y familiar–, colaboran económicamente con las necesidades de la Prelatura y de iniciativas apostólicas a las que la Prelatura ofrece asistencia espiritual (una universidad, un colegio, una iniciativa social, una residencia o un centro donde se imparten actividades formativas). Los directores de la Prelatura facilitan información sobre dichas iniciativas, sus necesidades y el modo de colaborar.

Fue un deseo explícito del fundador del Opus Dei (recogido en el número 122 de los Estatutos) que la Prelatura no asumiera la responsabilidad de los aspectos de gestión, técnicos o económicos de estas actividades ni fuera propietaria de los bienes utilizados para las diversas actividades apostólicas, sino que se limitase a la vivificación cristiana de esas iniciativas. Corresponde y está en consonancia con el carácter secular de su condición, que los fieles de la Obra asuman la entera responsabilidad de las iniciativas apostólicas que promueven como ciudadanos.

Por lo anterior, es necesario distinguir el régimen económico de la Prelatura del Opus Dei, del funcionamiento económico independiente de esas iniciativas apostólicas.

En cualquier caso, y aunque en este boletín la información económica institucional de la Prelatura se limita al ámbito de su sede central en Roma, a modo ilustrativo se añaden también datos de alguna otra región. Además, se ofrece información de algunas de las iniciativas apostólicas que reciben apoyo tanto de los fieles de la Prelatura, como de cooperadores y amigos.

Régimen económico de la Prelatura

Por lo que se refiere a la Prelatura en cuanto tal, los fieles del Opus Dei y otros benefactores ofrecen limosnas y donativos para el sostenimiento y la formación del clero propio (cfr. Código de Derecho Canónico, can. 295, § 2), para el funcionamiento material de la curia prelaticia o de las sedes de gobierno en las distintas circunscripciones, y para ofrecer ayuda económica a personas necesitadas. La Prelatura sólo acepta los donativos necesarios para cubrir estas necesidades, con el deseo de no acumular fondos.

a) Países en los que la Prelatura está presente

    En las circunscripciones en donde está establecida, la responsabilidad económica de la Prelatura se limita al sostenimiento del propio clero y al funcionamiento de las sedes del gobierno. A modo de ejemplo, el total de los gastos de la Región de los Estados Unidos en 2020 fue de 9.812.000 $, que se repartieron de este modo: 3.300.000 $ en sostenimiento de los sacerdotes (33,6% de los gastos); 6.364.000 $ en gobierno y formación (64,9 %, que se reparte en 21,4% para personal –2.096.000 $-, 43,5% y para funcionamiento de las sedes–4.268.000 $-); y 148.000 $ ayudas de caridad (1,5%). Todos procedieron de donativos de los fieles de esa circunscripción.

    b) Curia de la Prelatura en Roma

      En el año 2020, los gastos de funcionamiento de la sede central del Opus Dei reflejan el impacto de la pandemia del Covid, y fueron menores que el año anterior; se elevaron a 1.392.290 €, correspondientes a:

      1. Manutención del inmueble (edificios comprendidos en el triángulo formado por viale Bruno Buozzi, via di Villa Sacchetti y via Domenico Cirillo): 476.785 €.

      2. Gastos de consumo y asistencia de quienes colaboran en las tareas de la curia: 774.902 €.

      3. Gastos administrativos (comprende gastos de las oficinas de la curia, la oficina de comunicación, asesoramiento jurídico, limosnas, desplazamientos, etc.): 140.603 €.

      Funcionamiento económico de las iniciativas apostólicas a las que la Prelatura ofrece asistencia espiritual

      Se trata de instituciones educativas y sociales de carácter civil, promovidas por miembros del Opus Dei junto a otras muchas personas. La Prelatura asume la atención pastoral y la vivificación cristiana, a través de un acuerdo con los promotores de cada una. Los aspectos jurídicos y económicos de estas iniciativas corresponden a sus gestores (asociaciones, fundaciones, cooperativas sociales, etc.) y al ente jurídico civil propietario, constituido para tal fin. Lógicamente, están sometidas a las leyes, reglamentos y controles propios de cada país, e informan de sus resultados económicos de acuerdo con los principios de transparencia establecidos por la ley y por sus propios estatutos.

      Cada entidad dispone de sus propias instancias de gobierno y es autónoma. Es decir, tiene una titularidad bien identificable y no depende de la Prelatura para su gestión u organización.

      Se sostienen económicamente gracias a los ingresos generados a través de su actividad propia (por ejemplo, el pago de matrículas académicas en una universidad) y, en muchos casos, gracias también a donativos privados y a subvenciones públicas acordes a su finalidad, por tratarse de iniciativas de interés social, educativo, cultural, etc.

      Como ya se ha dicho, los directores de la Prelatura informan a las personas de la Obra y a otras sobre cómo ayudar a esas iniciativas. Al mismo tiempo, también se aseguran de que se den las condiciones para una buena gestión de los bienes (seriedad, sobriedad, transparencia, etc.) y se cumplan las leyes u obligaciones fiscales.

      Los fieles de la Prelatura también colaboran, en la medida de sus posibilidades, con las necesidades de la diócesis y parroquia de residencia, viviendo por ejemplo las colectas habituales que se realizan periódicamente para las misiones (Domund), para Cáritas, para el sostenimiento del seminario diocesano, u otras que surgen a lo largo del año para paliar el hambre u otras necesidades básicas. Muchos de ellos participan en otros organismos civiles que se dedican a la atención de los más necesitados: comedores públicos, bancos de alimentos, asociaciones de apoyo a madres solteras, ambulatorios médicos para personas sin recursos, etc.

      En este número de Romana recogemos, a modo de ejemplo, datos de algunas instituciones de este tipo tomados de sus memorias económicas: el CADI (Centro de Apoyo al Desarrollo Integral), la Universidad Pontificia de la Santa Cruz y algunas instituciones de carácter asistencial. En los sucesivos números deRomana se irán refiriendo, también con finalidad ilustrativa, informaciones relativas a otras instituciones de los diversos continentes. Todas las iniciativas citadas han autorizado que se difundan los datos en este boletín.

      En Centro de Apoyo al Desarrollo Integral (CADI, www.centrocadi.org) es una institución centrada en el desarrollo comunitario y la mejorar de la calidad de vida de la infancia y la familia en situación de riesgo social. Se encuentra ubicado en Casavalle, un barrio de Montevideo que presenta la mayor tasa de pobreza de Uruguay. En 2020 cubrió su volumen de necesidades económicas –cercanas a 900.000 dólares– con subsidios del Estado (85%), con donaciones de privados y de fundaciones (8%), y con aporte de las familias que participan de las actividades del Centro (7%). El centro apoya a las familias en situación de riesgo social, a través de la inserción educativa, laboral y comunitaria de las mujeres. Junto al CADI funciona el colegio Los Rosales, que financió en 2019 el 60% de su presupuesto –200.000 dólares– con donaciones de empresas y de personas particulares. El restante 40% lo financió con cuotas de las familias.

      La Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma, Italia) ofrece cuatro grados de enseñanza superior y otros tantos cursos relacionados con la teología, la filosofía, el derecho canónico y la comunicación. Buena parte de los estudiantes son seminaristas que estudian ciencias sagradas antes de ser ordenados sacerdotes, sacerdotes diocesanos enviados por sus obispos para obtener el grado de licenciatura y doctorado, y religiosos. Provienen de todos los continentes. En el website de la Universidad se publica anualmente el balance económico y la cuenta de resultados: http://www.pusc.it/info/bilanci.

      En la memoria de 2020 se señala que en ese ejercicio hubo ingresos por 10.987.307 € (el 65% de los cuales procedían de donativos de instituciones relacionadas con esta universidad en varios países, que recogen donativos de benefactores en los distintos territorios), y los gastos ascendieron a 11.073.288 €, con un resultado contable negativo de 85.981 €, cubierto con el fondo de dotación de la Universidad. En cuanto a la ayuda a la formación de sacerdotes, cabe mencionar que las fundaciones relacionadas con la Universidad Pontificia de la Santa Cruz –gracias a miles de donantes– conceden anualmente alrededor de 1.930.000 € en becas para 215 estudiantes, procedentes de países necesitados cuyos obispos no pueden afrontar ese gasto.

      La Universidad ha adoptado durante el 2020 medidas para hacer frente a la emergencia sanitaria causada por el Covid-19: durante algunos meses fueron suspendidas las actividades didácticas presenciales, que continuaron on-line; y las actividades académicas extraordinarias -congresos, seminarios, etc.- fueron suspendidas o aplazadas. La universidad ha reducido sus costes en 2020 por un valor de 900.000 euros respecto al año precedente, a la vista de la crisis económica, y ante una previsión de disminución de los donativos futuros. 

      También en Roma, junto a la sede de la curia prelaticia, se encuentran el Colegio Romano de la Santa Cruz y el Colegio Romano de Santa María, centros interregionales de formación teológica y espiritual, respectivamente de hombres y de mujeres, con estructuras propias. El Colegio Romano de la Santa Cruz es también la sede del seminario internacional de la Prelatura. Con alrededor de 130 estudiantes, su movimiento económico en 2020 fue de 2.040.260 €. El Colegio Romano de Santa María ha contado con 85 alumnas de 30 países diferentes. El movimiento económico ha sido de 900.000 €. Ambos centros se sustentan con aportaciones de fieles de la Prelatura de todas las circunscripciones.

      Iniciativas sociales y de caridad

      Entre las iniciativas asistenciales promovidas por fieles de la Prelatura, son numerosas aquellas que prestan servicios entre los sectores menos favorecidos de la sociedad. A modo de ilustración, en el año 2020, la ONG Harambee International (nacida durante la canonización de san Josemaría Escrivá para promover proyectos educativos en el África Subsahariana) recogió 615.900 € para destinar a iniciativas promovidas por entes africanos, entre los que se encuentran las campañas de apoyo ante la emergencia causada por el Covid en beneficio de tres hospitales en Nigeria (Niger Foundation Hospital), Costa de Marfil (Centre Sanitaire Walé) y en la República Democrática del Congo (Monkole); o la mejora de las infraestructuras escolares promovida por la diócesis de Ludwar (Turkana) en Kenya. Puede obtenerse información detallada en www.harambee-africa.org.

        Romana, n. 72, Enero-Junio 2021, p. 88-92.

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