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Roma, Italia. El reloj del Pincio, al cuidado de los alumnos del ELIS

Desde 1867 hay en los jardines del Pincio, en el parque romano de Villa Borghese, un monumental reloj de agua construido por Giovanni Embriaco, un religioso dominico interesado por la técnica. Funciona gracias al agua de un pequeño estanque artificial que hace oscilar su péndulo.

En el ámbito del proyecto Adotta un monumento, promovido por el ayuntamiento de Roma, ha sido confiada al Centro ELIS la restauración del reloj. En mayo, en el curso de una sencilla ceremonia, el alcalde de Roma, Walter Veltroni, entregó al director de la escuela profesional de orfebrería y relojería del ELIS, Pierluigi Bartolomei, la llave del complicado mecanismo, que en adelante será ajustado y mantenido por los alumnos de la escuela.

Con este motivo, y en coincidencia con su 25º aniversario, la escuela de orfebrería y relojería ha organizado la exposición L’ora e l’oro, que ha permanecido abierta del 9 al 14 de mayo en una galería de arte de Piazza del Popolo. El subsecretario de la Presidencia del Consejo de Ministros, Gianni Letta, estuvo presente en el acto de inauguración.

Los cursos profesionales de orfebrería del ELIS nacieron en 1979, y los de relojería al año siguiente. Son totalmente gratuitos. La iniciativa partió de la asociación profesional de orfebres: en un momento de violencia desenfrenada, en que se cernían sobre la profesión nubes negras (durante un asalto había muerto en 1979 un orfebre en Via Gallia), se pensó que la escuela del ELIS podía representar una apuesta constructiva. Centenares de alumnos han salido desde entonces con la titulación del ELIS. Su formación comprende 3.600 horas de lecciones y actividad práctica a lo largo de tres años. Las prácticas externas se realizan en los mejores talleres del ramo. En algunos casos, los alumnos de relojería las hacen también en la sociedad suiza Eta, líder mundial en la producción de mecanismos para relojes.

Romana, n. 40, Enero-Junio 2005, p. 156-157.

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