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Algunas iniciativas en torno a la beata Guadalupe Ortiz de Landázuri

Bendición de un cuadro de Guadalupe Ortiz de Landázuri en la Iglesia del Señor San José, Sevilla (España)

Con motivo del primer aniversario de su beatificación el día 18 de mayo, el Rev. Gabriel de Castro, vicario del Opus Dei para Andalucía Occidental y Extremadura, bendijo un cuadro de la beata Guadalupe Ortiz de Landázuri en la sevillana Iglesia del Señor San José. El cuadro es obra del artista gallego, afincado en Sevilla, Arístides Artal, autor del retablo de la iglesia.

A la ceremonia, asistió un público numeroso guardando las distancias y medidas previstas por la autoridad sanitaria con motivo de la epidemia de coronavirus.

En su homilía, el Rev. Gabriel de Castro se refirió al motivo del cuadro, la santificación del trabajo ordinario de la beata Guadalupe a través de su profesión de profesora e investigadora científica: el artista la ha representado con un libro de química. Y a su capacidad de darse y de ayudar a todo tipo de personas a acercarse a Dios y proponerles el camino de santidad en medio del mundo que mostró san Josemaría, al que conoció y trató y del que aprendió el espíritu del Opus Dei.

Concluyó mencionando un viaje que realizó Guadalupe a Sevilla en 1959 y algunas de sus impresiones que quedaron reflejadas en su correspondencia.

La relación entre ciencia y fe a través de los ojos de Guadalupe, Universidad La Sapienza, Roma (Italia)

El 5 de febrero de 2020 tuvo lugar en la Universidad La Sapienza un encuentro sobre “ciencia y fe”, a partir de una reflexión sobre el testimonio de la beata Guadalupe. La relación entre Ciencia y la Fe, y el diálogo entre ambas realidades, se debatió en una jornada de diálogo y comunicación científica en la que también tuvo cabida la historia de la figura de Guadalupe.

La reunión comenzó con un discurso del profesor Bruno Botta, director del Departamento de Química y Tecnologías del Medicamento de la universidad. El profesor Botta explicó la génesis del encuentro, que se produjo «casi por casualidad», aunque para un hombre que tiene un hijo sacerdote, «es difícil hablar realmente de casualidad», añadió.

Al final de la presentación de los ponentes, el profesor Silvestre Buscemi, catedrático de Química Orgánica de la Universidad de Palermo, tomó la palabra para ofrecer un discurso «ni químico ni teológico», como él mismo lo calificó, pero con el deseo de explicar por qué le apasiona la historia de Guadalupe, que fue beatificada en Madrid el 18 de mayo de 2019. Para el profesor Buscemi, Guadalupe ayudó a romper las barreras en la investigación científica, por lo que también espera que se convierta en santa y, por qué no, en patrona de los químicos de todo el mundo.

Además, la beata Guadalupe Ortiz de Landázuri, como atestiguan muchos químicos, «al estudiar los átomos y las moléculas encontró consuelo en el hecho de que la naturaleza es ordenada y no caótica». «El estudio me confirma que todo está ordenado, en mi opinión preordenado. Algunos llaman a este orden “naturaleza”, personificándolo. Yo lo llamo Dios».

La profesora Marcella Trombetta, catedrática de Fundamentos Químicos de la Tecnología en la Universidad Campus Biomédico de Roma, esbozó una doble perspectiva histórica: por un lado, habló de la parábola de la relación entre ciencia y fe, el «eterno debate», desde san Agustín hasta los trabajos de Pasteur y, por otro, de la biografía de Guadalupe, desde su infancia hasta su muerte en Pamplona el 16 de julio de 1975.

Analizando dos aspectos de la vida de la beata, su vida profesional y su vida de fe, la profesora Trombetta expresó que Guadalupe «tuvo la valentía de estudiar lo que injustamente no se consideraba apto para el cerebro femenino de la época. Además, señaló que su tesis doctoral sobre los tejidos que se pueden fabricar a partir de los residuos del procesamiento del arroz «habría sido una publicación de primer orden en el mundo de la investigación actual», en virtud de su inspiración ecológica.

También habló del periodo mexicano de la vida de Guadalupe, su dedicación a los más necesitados y a la educación de las mujeres, y sus aventuras a caballo y en avión para recorrer ese gran país.

El profesor Giovanni Battista Appendino, catedrático de Química Orgánica de la Universidad del Piamonte Oriental Amedeo Avogadro, puso a Guadalupe en compañía con otros dos personajes que tuvieron la capacidad de vivir una vida de investigación científica y de plena vocación cristiana con fe: el abad Senderens y el padre Nieuwland. El relato de la vida de estos dos eruditos, que hicieron descubrimientos excepcionales como la creación del primer polímero, enriqueció el debate sobre la compatibilidad entre ciencia y fe.

La jornada continuó con la presentación de diversas publicaciones e investigaciones científicas en el ámbito de las ciencias químicas.

Romana, n. 70, enero-diciembre 2020, p. 125-126.

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