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Viajes pastorales

Del 5 al 9 de febrero Mons. Javier Echevarría estuvo en el Archipiélago Canario. Fue su primer viaje pastoral como Prelado a esas islas. La primera etapa del viaje discurrió en Tenerife, adonde llegó poco después del mediodía del día 5.

Nada más llegar, el Prelado del Opus Dei quiso acercarse a venerar a la Virgen de la Candelaria. Monseñor Echevarría escuchó las explicaciones del rector de la Basílica, y al ser invitado a firmar en el libro de honor testimonió su “agradecimiento a nuestra Madre de la Candelaria”, y pidió su intercesión para que “nos impulse a todos a hacer un apostolado sin tregua, para que seamos muy marianos y tratemos así con gran confianza a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

El día 6, el Prelado del Opus Dei tuvo un encuentro con fieles de la Prelatura del Opus Dei, cooperadores y amigos. Unas mil doscientas personas participaron en la reunión. El Prelado les animó a acercarse con frecuencia a los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, y haciendo una referencia al Hermano Pedro, primer santo canario, les pidió ser “cristianos comprometidos, maestros de servicio, que no son indiferentes con los problemas sociales”.

La segunda parte de su viaje pastoral, los días 7, 8 y 9, se desarrolló en la isla de Gran Canaria. En un ambiente familiar tuvo lugar, en el Colegio Guaydil, de Tafira Baja, un encuentro al que acudieron cerca de dos mil personas que se desplazaron desde numerosos lugares de la isla, Lanzarote y Fuerteventura. Preguntas y respuestas sobre la vida cristiana se fueron sucediendo por espacio de una hora. Monseñor Javier Echevarría escuchó, entre otras, la pregunta de Nacaray, una niña de 11 años nacida en Schaman y enferma de epifisiolisis, y la de Rosa, de origen ruso, recientemente convertida al catolicismo. El Prelado habló de la responsabilidad para ejercitar los propios deberes y derechos, la necesidad de ser buenos ciudadanos y buenos cristianos, el empeño por fomentar un clima social de comprensión y pidió también coherencia para manifestar la fe en la conducta personal y una preocupación activa por la educación de los jóvenes.

Además de entrevistarse con los Obispos locales y de reunirse con personas que participan en las actividades formativas del Opus Dei, Monseñor Echevarría visitó distintas labores apostólicas que la Prelatura desarrolla en las islas. También pudo recibir personalmente a muchas familias de fieles de la Obra, Cooperadores y amigos.


El 26 de marzo, al mediodía, el Prelado del Opus Dei salió para Bratislava desde Viena, donde había asistido al funeral del Card. König. A las 16,30 tuvo lugar un encuentro con fieles de la Prelatura de Eslovaquia y de la República Checa.

Mons. Echevarría comenzó el encuentro con palabras de cariño y agradecimiento: “Hijos míos, tengo una gran alegría de encontrarme aquí, con vosotros, y al mismo tiempo una emoción muy grande. Como bien podéis imaginar, tengo muy presente a nuestro Padre, ¡también a D. Álvaro!, y sé que desde que hizo el primer viaje a Austria, ya pedía por estas tierras. Su petición se intensificó mucho más fuertemente cuando puso todas estas tierras del Este de Europa bajo la advocación de Sancta Maria Stella Orientis”. Al terminar el encuentro volvió a Viena.


Cincuenta años después, Mons. Echevarría ha recorrido las huellas de San Josemaría, que el 7 de julio de 1954 acudió a Bari para rezar junto a la tumba de San Nicolás y confiar a su intercesión la solución de las graves dificultades económicas que atravesaba el Opus Dei en aquel periodo.

El 13 de mayo, el Prelado del Opus Dei llegó a Bari y rezó por las necesidades de la Iglesia en todo el mundo ante los restos del santo. En la cripta saludó al Rector de la Basílica.

Por la tarde tuvo un encuentro en la Residencia Universitaria del Levante con un centenar de estudiantes, y durante cuarenta minutos respondió a las preguntas que le proponían.

El 14 por la mañana visitó al Arzobispo, Mons. Francesco Cacucci. Más tarde se reunió, en la Escuela Miralta, con alumnas, profesoras y personal no docente, en un encuentro informal en el que pudieron dirigirle algunas preguntas sobre temas educativos y apostólicos. Al mediodía, después de haber recibido a algunos socios de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, el Prelado del Opus Dei se reunió con casi un millar de personas en el gimnasio de la Escuela Miralta. Fue un rato de conversación familiar durante el cual el Prelado subrayó la importancia de la vida de oración y del diálogo personal con Dios.

El Prelado tuvo otros encuentros el mismo día 14 de mayo y después volvió a Roma el 15 por la mañana.

Romana, n. 38, Enero-Junio 2004, p. 37-38.

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