Ordenaciones sacerdotales
El domingo 2 de septiembre, en el santuario de Torreciudad, el Prelado del Opus Dei, S.E.R. Mons. Javier Echevarría, confirió la ordenación sacerdotal a tres fieles de la Prelatura: dos españoles y un mexicano. Asistieron a la ceremonia unas dos mil personas entre familiares y amigos de los nuevos sacerdotes.
En su homilía, el Prelado recordó, citando unas palabras del Beato Josemaría, que “el sacerdocio pide algo más que una vida honesta: exige una vida santa en quienes lo ejercen”, ya que son “mediadores entre Dios y los hombres” y “anunciadores de Cristo”. Después de pedir que “sean muy abundantes las vocaciones sacerdotales en todas partes”, Mons. Echevarría quiso subrayar también que “el laico no es un cristiano de segunda categoría”, y pidió a los asistentes que fueran “santos y fermento de santidad en las incidencias de la vida ordinaria”. Con palabras de Juan Pablo II, recordó que “el gran desafío de la Iglesia en el siglo XXI es el desafío de la santidad, edificada día a día en la normalidad del quehacer corriente.”
El 6 de octubre, en la basílica romana de San Eugenio, S.E.R. Mons. Javier Echevarría confirió la ordenación sacerdotal a otros 24 diáconos del Opus Dei, procedentes de trece países distintos. A la ceremonia asistieron cerca de dos mil personas.
En su homilía, el Prelado del Opus Dei se refirió la necesidad de que todos los cristianos sean -como le gustaba decir al beato Josemaría- sembradores de paz y de alegría, de la paz y la alegría que Jesús nos ha traído. Hizo referencia a los trágicos acontecimientos ocurridos pocas semanas antes (los atentados terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos de América), e invitó a los asistentes a rezar por la paz, una de las intenciones más sentidamente expresadas en esos momentos por el Papa.
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Romana, n. 33, julio-diciembre 2001, p. 164-165.