envelope-oenvelopebookscartsearchmenu

Misas en el 26 de junio, fiesta del Beato Josemaría Escrivá de Balaguer

El pasado 26 de junio se celebró por primera vez en la República de Sudáfrica una Misa en honor del Beato Josemaría. La ceremonia, que tuvo lugar en la Catedral de Johannesburgo, fue presidida por Mons. Reginald Orsmond, Obispo de Johannesburgo. Concelebraron el Vicario General de la Diócesis, Rev. Lionel J. Sham, y el Vicario de la Prelatura en Sudáfrica, Rev. Manuel A. da Costa Graça. El primer Centro del Opus Dei en Sudáfrica comenzó sus actividades en diciembre de 1998.

Mons. Orsmond, aludiendo al hecho de que el Opus Dei trata de difundir la llamada universal a la santidad y al apostolado, dijo en la homilía: «ahora que contamos en Sudáfrica con una presencia formal del Opus Dei, es una buena ocasión para examinarnos y preguntarnos: ¿estoy haciendo realmente todo lo posible por ser santo?».

Los participantes en la Misa constituían una buena representación del mosaico de razas que compone este país. El coro de la parroquia católica de Alexandra, barriada popular del área de Johannesburgo, interpretó los himnos litúrgicos en inglés, zulu y sotho.

En muchas otras ciudades de los cinco continentes se han reunido personas que tienen devoción al fundador del Opus Dei para dar gracias a Dios en la fiesta del Beato Josemaría.

Las homilías en estas celebraciones han tenido muy presente que el corriente año 1999 está dedicado a Dios Padre, dentro de la preparación para el Gran Jubileo del año 2000.

El Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, presidió una concelebración eucarística en la Parroquia del Beato Josemaría, en Roma. «Centenares de millares de personas», dijo en su homilía, «han reconocido en él los rasgos característicos de una paternidad espiritual vivida hasta sus últimas consecuencias: hasta la entrega completa de la vida, un día tras otro, con el gozo de engendrar espiritualmente y de educar hijos de Dios».

Mons. Pablo Cedano, Obispo auxiliar de Santo Domingo, presidió la concelebración que se celebró en la Catedral Primada de América en Santo Domingo (República Dominicana). Al final de la ceremonia pronunció las siguientes palabras: «Dios concedió al Beato Josemaría un profundo y tierno sentido de la filiación divina, que es algo esencial de la vocación cristiana, enseñando a todos los hombres y mujeres a cultivar en el alma la conciencia de ser hijos de Dios, considerando frecuentemente cada día nuestra filiación divina».

El Vicario Regional de la Prelatura en Japón, Mons. Soichiro Nitta, en la homilía que predicó en la Misa concelebrada en la antigua Catedral de Osaka, hoy parroquia de Shukugawa, glosó una de las enseñanzas capitales del Beato Josemaría: «sentirse verdaderamente hijos de Dios y vivir de acuerdo con esta realidad es el fundamento y apoyo de toda la vida y de todas las tareas de los fieles del Opus Dei».

Otros lugares del mundo en los que se han celebrado Misas con ocasión de esta fiesta litúrgica han sido, por ejemplo, Ho Chi Ming (Vietnam), Melbourne (Australia) y Abidjan (Costa de Marfil). En Tallin (Estonia), un centenar de personas, entre las que había católicos, luteranos, ortodoxos e incluso no cristianos, asistieron a la concelebración eucarística presidida por el Administrador Apostólico de Estonia, Arzobispo Erwin Josef Ender, en la iglesia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo.

En Jerusalén se celebró una Misa en la iglesia del Cenáculo (ad Sanctum Cœnaculum). Asistieron árabes, hebreos y extranjeros residentes en el país.

«La vida y las intuiciones del Beato Josemaría son gracias que Dios otorga a nuestro tiempo», señaló el Obispo auxiliar de París, Mons. Michel Pollien, en la concelebración que presidió en la capital francesa. Y continuó: «Os corresponde ser muy fieles a esas gracias, contribuyendo así, junto a otros discípulos de Cristo de la hora presente, a establecer en el mundo puntos donde se responda a la llamada del Señor, lugares donde se dé a manos llenas la verdad, la fraternidad y la paz».

El Cardenal Emmanuel Wamala, Arzobispo de Kampala, presidió la concelebración que tuvo lugar en la iglesia de Cristo Rey de la capital ugandesa.

En la Prelatura territorial de Cañete-Yauyos (Perú), el culto público al Beato Josemaría Escrivá se expresó en procesiones en diversos pueblos. Varias novenas habían tenido lugar los días anteriores a la fiesta.

En el campus de la Universidad de Piura, también en Perú, los fieles veneraron una reliquia del Beato Josemaría al final de la Santa Misa celebrada junto a la Ermita de la Sagrada Familia.

La celebración en la Basílica-Catedral del Pilar (Zaragoza, España) tuvo como novedad la utilización del “Misal propio de la Diócesis de Zaragoza”, recientemente publicado, que contiene las oraciones litúrgicas de la fiesta del Beato Josemaría.

Mons. Zygmunt Kaminski, Metropolitano de la Archidiócesis de Szczecin-Kamienski (Polonia), dedicó el 20 de junio la iglesia filial de Morzyca, de la parroquia de Kolin, al Beato Josemaría Escrivá. El templo, edificado en el siglo XVII y destruido durante la segunda guerra mundial, ha sido reconstruido recientemente y devuelto al culto.

Romana, n. 28, enero-junio 1999, p. 117-119.

Enviar a un amigo