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Chicago (Estados UnidosConferencia sobre el feminismo)

La profesora Elizabeth Fox-Genovese, autora del libro El feminismo no es la historia de mi vida (Doubleday, 1995), participó en una conferencia organizada por el Metro Advancement Council el pasado 13 de febrero. La sesión se celebró en beneficio de Metro, un Centro educativo para chicas del área urbana de Chicago, y fue la ocasión para el lanzamiento de “Metro Partners”, un grupo de profesionales constituido recientemente para ayudar a este Centro. La presidenta del Metro Advancement Council, Jennifer Steans, dio la bienvenida a los presentes e introdujo un breve documental filmado sobre Metro. El vídeo explica la combinación de aspectos académicos y tutoriales, la importancia de la atención de los padres en la educación de las chicas y la inspiración del proyecto educativo de Metro en la doctrina de la Iglesia Católica y en el espíritu del Opus Dei, que se hace cargo de la orientación cristiana del centro.

A continuación intervino Fox-Genovese, profesora de Humanidades en Emory University (Atlanta, Georgia) y fundadora, en esa misma universidad, de la Facultad de Estudios sobre la Mujer, de la que ha sido directora de 1986 a 1991. En su intervención expuso los resultados obtenidos en la investigación para su libro El feminismo no es la historia de mi vida.

Habló sobre los problemas económicos, familiares y personales de las madres que trabajan fuera del hogar. Hizo notar que tres de cada cuatro mujeres americanas entre 24 y 44 años de edad trabajan a tiempo completo o parcial para obtener un sueldo, y urgió a la empresa americana a remediar las necesidades de las madres que se encuentran en esta situación, porque el fortalecimiento de la familia, señaló Fox-Genovese, es la gran contribución que podemos hacer al futuro del país.

También criticó los objetivos a que aspiran algunos movimientos feministas: en particular, la supresión de la categoría del sexo y la promoción del pretendido derecho al aborto. Terminó diciendo que una libertad que no respeta la propia naturaleza femenina y las obligaciones con Dios y con los demás carece de sentido.

Romana, n. 26, Enero-Junio 1998, p. 125.

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