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Jornada Mundial de la Juventud con Juan Pablo II, en París

En la Misa celebrada en honor del Beato Josemaría el pasado 26 de junio, Mons. Aumonier, obispo auxiliar de París, había invitado a poner al Fundador del Opus Dei como un intercesor para las Jornadas de agosto.

En varias decenas de ciudades del país, fieles de la Prelatura del Opus Dei colaboraron a título personal con diversos grupos diocesanos. Particular relieve tuvieron los padres y madres de familia, que facilitaron la asistencia de sus hijos y otros parientes jóvenes, así como de los amigos de todos ellos. Muchos párrocos apreciaron esta contribución, que engrosaba sustancialmente el contingente de jóvenes.

Dos delegados de la Asociación de Cooperadores del Opus Dei participaron en el Forum internacional y aportaron propuestas para mejorar la formación cristiana de la juventud. Varios fieles más se ofrecieron como voluntarios para coordinar determinados trabajos en áreas de su específica competencia profesional, como la informática, la logística o la gestión.

En los Centros de la Prelatura se organizaron actividades muy variadas de preparación a las Jornadas: ciclos de conferencias sobre la Iglesia y la figura y misión del Papa, velas al Santísimo, charlas ascéticas, sesiones de catequesis y de preparación para la reconciliación sacramental, etc. Durante el mes de julio se organizaron algunas convivencias con el objeto de sensibilizar a los jóvenes ante el encuentro con el Papa.

Fieles de la Prelatura y cooperadores gestionaron, en París y alrededores, la búsqueda de alojamientos para un elevado número de universitarios extranjeros, procedentes, entre otros, de países de Europa Oriental, Oriente Medio y África. Por otra parte, numerosas familias de fieles y cooperadores prestaron sus casas para grupos reducidos.

Los sacerdotes de la Prelatura ejercieron una intensa labor de catequesis y de pastoral sacramental, antes y durante la Jornada. Algunos permanecieron en las iglesias o santuarios de París, confesando durante varias horas al día, toda la semana del 18 al 24 de agosto.

Desde Chile, donde se encontraba en ese momento, el Prelado del Opus Dei envió el 23 de agosto un mensaje al Vicario de la Prelatura en Francia en el que se unía a la alegría de los fieles de la Prelatura de estar junto al Romano Pontífice y pedía gracias para los frutos espirituales del encuentro. El Vicario Regional del Opus Dei participó en diversos actos, y con otros muchos sacerdotes, concelebró la Misa con el Papa en el hipódromo de Longchamp, el domingo 24 de agosto, ante más de un millón de personas.

El encuentro de los jóvenes con el Papa ha permitido conocer muchos testimonios de fe sacrificada por parte de católicos del mundo entero. Han sido numerosas las conversiones y las decisiones de vivir una vida cristiana coherente, con sentido vocacional. En los días sucesivos, en todos los Centros de la Prelatura se han organizado convivencias y cursos de retiro para prolongar el eco del mensaje del Papa.

Romana, n. 25, julio-diciembre 1997, p. 336-337.

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