Romana

Hace dos años, la Universidad de Los Andes y la galería Artespacio invitaron a seis escultores chilenos a participar en el certamen “Iluminar lo cotidiano”. El desafío era interpretar el mensaje del fundador del Opus Dei desde el lenguaje del arte contemporáneo.

El proyecto ganador es una escultura compuesta por 47 láminas de acero sinuosamente alineadas, obra de la artista María Angélica Echavarri. Instalada en febrero de este año, forma parte de la Ruta Cultural del campus universitario, un conjunto de ocho esculturas con las que se busca promover un ambiente propicio para la creatividad intelectual, la imaginación y el pensamiento crítico.

«Las 47 láminas de acero inoxidable, ha declarado María Angélica Echavarri, representan los años desde que san Josemaría fundó el Opus Dei hasta que murió. Este material es moderno, refleja, habla y se inspira en el vuelo y la danza. Las alas sirven para volar, para ir más allá, a esa otra dimensión que, para mí, es Dios. Y como tienen un formato en crecimiento también nos hablan de nuestro propio crecimiento, constante y persistente y está relacionado con el desarrollo en la universidad y en nuestra vida espiritual. Estas alas también forman un túnel, pero no sin salida, sino transparente, porque sin esa transparencia en la vida no podremos llegar lejos».

En un acto de presentación de la nueva escultura que tuvo lugar en abril, con ocasión de su bendición por el vicario regional del Opus Dei, Álvaro Palacios, tomaron la palabra el rector de la universidad, José Antonio Guzmán, y un alumno, Juan Carlos Díaz, estudiante de ingeniería civil y jefe de la Pastoral de Alumnos UANDES, una iniciativa que vio la luz hace un año. «No estamos aquí en la universidad de paso», dijo Juan Carlos Díaz a propósito de la invitación a la trascendencia que encierra la escultura, «no estamos en un check list, no estamos solo para pasar la carrera; estamos aquí con un propósito de fondo que tenemos que encontrar en la universidad».