Coloquio sobre Dora del Hoyo y Nisa González Guzmán (León, España)
Más de setenta personas asistieron el 22 de noviembre en León al coloquio entre la periodista Cristina Fanjul, del Diario de León, y José Carlos Martín de la Hoz, postulador de las causas de los santos de la Prelatura.
Objeto de la sesión era dar a conocer dos figuras locales de mujeres del Opus Dei: Dora del Hoya y Nisa González Guzmán. «Hay pocos caminos de perfección como el de Dora del Hoyo; la audacia de cualquier conquista siempre empieza con hombres y mujeres humildes como ella», declaró Cristina Fanjul a propósito de la primera. En cuanto a Nisa González Guzmán, la periodista leonesa afirmó que «lo dejó todo, todas las certezas de su vida burguesa y cómoda, para aventurarse en la incertidumbre de responder al plan que Dios tenía para ella. Era una mujer indómita que vio cumplirse todas sus expectativas porque siempre perseveró».
José Carlos Martín de la Hoz, por su parte, explicó la situación actual de la causa de canonización de Dora, cuyos procesos diocesanos (en Madrid, Santiago de Chile y Roma) ya han terminado. Para que pronto pueda ser declarada venerable, primer hito en este camino, animó a los asistentes a seguir rezando y pidiendo favores.
Dora del Hoyo y Nisa González Guzmán son dos leonesas que imprimieron su sello en los inicios del Opus Dei en España y en el mundo. Para aclarar por qué Dora está en proceso de canonización y Nisa no, pese a ser las dos modelos y referentes de santidad, Martín de la Hoz dijo que «todos estamos llamados a ser modelos e intercesores delante de Dios para nuestros amigos y para nuestra familia, pero para algunos Dios quiere que, además, se conviertan en intercesores de una parte significativa del pueblo de Dios o de la totalidad de la Iglesia».
Después de repasar la trayectoria y los primeros pasos de Nisa en Estados Unidos y Canadá, Martín de la Hoz aprovechó para recordar que las primeras mujeres del Opus Dei en América del Norte hicieron su apostolado de la misma manera que nos recuerda el Papa Francisco, apoyándose unas en otras y sabiendo que el cristianismo se expande «por contagio», de la familia a los demás, trasladando así el amor de Dios al mundo entero.
Asimismo, subrayó que «gracias a Dios, el Señor todos los días se cruza en el camino de los hombres y todos los días envía a los cristianos, a cada uno de nosotros, a operaciones especiales: que cuides a quienes tienes cerca, que estés pendiente de tus amigos…, porque el apostolado es siempre de amistad, de confianza, de confidencia. Para ayudarnos en este camino de iluminar al mundo desde dentro». Remarcó que esto es lo que hicieron tanto Nisa como Dora.
Romana, n. 77, julio-diciembre 2023, p. 225-226.