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Celebraciones eucarísticas en la fiesta de san Josemaría

Dejada atrás en buena parte del mundo la epidemia del Covid, al menos en su peor versión, en el año 2022 se ha podido celebrar normalmente en muchos templos la fiesta de san Josemaría. Sin embargo, por coincidir el 26 de junio en domingo, generalmente la celebración litúrgica ha sido trasladada a otra fecha cercana. Se mencionan a continuación algunas de las celebraciones de que se ha tenido noticia en la redacción de Romana.

En la catedral de Lugano (Suiza), unos doscientos fieles se reunieron para asistir a la Misa de san Josemaría el día 13 de junio. Presidió la concelebración el obispo, monseñor Valerio Lazzeri. Cuatro días después hubo otra Misa que concelebraron en la Liebfrauenkirche de Zurich el vicario regional del Opus Dei en Suiza, Peter Rutz, el párroco, Josef-Michael Karber, y otros cinco sacerdotes.

En España, la página web del Opus Dei incluyó con alguna antelación datos sobre dónde participar en las Misas de san Josemaría organizadas por la Prelatura, que se iban a celebrar en más de un centenar de ciudades.

Una información semejante se publicó en la página web italiana. En muchas ciudades el sacerdote celebrante —o el principal, en caso de concelebración— pudo ser el obispo del lugar. Entre otras localidades, hubo Misas en Roma, Milán, Turín, Nápoles, Génova, Perugia, Florencia, Bari…. En Roma, en la parroquia de San Josemaría Escrivá, en el barrio Laurentino, celebró la Misa el 26 de junio por la mañana el vicario auxiliar de la Prelatura, monseñor Mariano Fazio.

El prelado, como se informa en el apartado correspondiente de este boletín, la había celebrado el día anterior en el templo de la Divina Providencia, en Varsovia, donde se encontraba en aquel momento.

Como otros años, en Almaty (Kazajstán) el obispo, monseñor José Luis Mumbiela Sierra, concelebró con el vicario de la Prelatura y otros sacerdotes en la catedral. En su homilía felicitó a los fieles de la Prelatura por los veinticinco años de presencia del Opus Dei en el país.

El 27 de junio, el nuncio de Su Santidad en Filipinas, monseñor Charles John Brown, concelebró con el cardenal Jose Advincula, arzobispo de Manila, el vicario del Opus Dei en Filipinas, Carlos Estrada, y varios sacerdotes más la Misa de san Josemaría en la catedral de Manila. En su homilía, el nuncio recordó su presencia en la Plaza de San Pedro en la ceremonia de canonización del fundador del Opus Dei, en el año 2002, y testimonió su buena relación con los miembros de la Prelatura en los distintos países en los que ha sido representante del Papa. Después de glosar sumariamente las enseñanzas de san Josemaría sobre la llamada universal a la santidad y sobre la vocación de los laicos, se detuvo en el trabajo como medio de santificación personal. El trabajo, vino a decir, nos asocia a la Creación, y cuando, como la Creación, efectivamente es «obra de Dios», puede cambiar las personas, la sociedad, el mundo. «Nuestro esfuerzo personal no es suficiente, pero es absolutamente necesario. Y así, cuando trabajamos con la gracia de Dios, se producen milagros. La gracia de Dios permea nuestro trabajo y nuestro trabajo se convierte en sacrificio».

Romana, n. 74, Enero-Junio 2022, p. 77-78.

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