Romana

Durante la pasada Cuaresma, se lanzó a través de www.opusdei.org el documental y el proyecto «Stuff», una conversación con siete familias de distintos países y ambientes, pero que comparten la misma inquietud: que sus hijos creen relaciones sanas con los bienes materiales y sepan usarlos con responsabilidad.

A partir de lo aprendido en la infancia y de sus sueños de futuro, los padres y madres de estas siete familias reflexionan sobre un estilo de vida sostenible y promotor del bien común que buscan inspirar en sus hijos. Desean transmitirles un estilo de vida cristiano para que sepan disfrutar con lo que tienen y que, incluso en situaciones de necesidad o en momentos de asfixia económica, mantengan la esperanza.

El proyecto y las entrevistas surgieron antes de la llegada del COVID-19 a nuestras vidas. La situación mundial derivada de la pandemia ­­­—incluidas sus consecuencias económicas— así como la publicación de la encíclica Fratelli tutti y la convocatoria del Año de la Familia, planteaban una especial oportunidad para responder la llamada del Papa a ser «constructores de un nuevo vínculo social», conscientes de que «la existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro» (Fratelli tutti, n. 66).

A lo largo de la Cuaresma, numerosas instituciones (centros culturales, clubs juveniles, asociaciones familiares, parroquias, escuelas, etc.) organizaron encuentros para profundizar en esta invitación.

El punto de apoyo principal fue un documental en dos versiones (una de quince minutos y otra de más de media hora) con el mismo título (Stuff), obra de la productora María del Rincón. Se puede descargar desde el link https://opusdei.org/es/article/stuff.

Ambas versiones contienen testimonios que cuentan de dónde vienen y cómo sus padres les enseñaron a relacionarse con las cosas explícita o implícitamente, mediante la palabra o el ejemplo, y luego cómo ellos les enseñan a sus hijos a relacionarse con ellas.

Varios de los entrevistados explican que vivir en un mundo de híper-abundancia no siempre significa que nuestras necesidades, reales o imaginarias, vayan a quedar satisfechas. En este sentido, el documental señala que es clave hablar en familia sobre estas cuestiones, reflexionar sobre qué queremos y por qué queremos transmitir así a nuestros hijos una educación coherente con una visión cristiana de los bienes materiales, temas que están presentes en el día a día de muchas familias.

El documental termina con una afirmación de san Josemaría que, de algún modo, inspira el conjunto de contenidos: «Lo que necesitas para tener una vida feliz no es una vida fácil sino un corazón enamorado».

Desde la misma página web se ofrecía también una guía descargable con preguntas para la conversación y un folleto para compartirlo con amigos.