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Celebraciones eucarísticas en la fiesta de san Josemaría

En la fiesta de san Josemaría, el prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, celebró una Misa solemne en la basílica de San Eugenio, Roma. En este número de Romana se recoge la homilía. Centenares de celebraciones eucarísticas han tenido lugar en torno a esa fecha en ciudades de todo el mundo. Señalamos algunas a continuación.

El cardenal Timothy Dolan fue el celebrante principal en la Misa en la fiesta de san Josemaría, que tuvo lugar en la catedral de Saint Patrick de Nueva York. En su homilía, comentando el pasaje de la pesca milagrosa (Lc 5,1-11), recordó que «san Josemaría nos anima a encontrar la santidad, a remar mar adentro, no solo en apostolados exóticos, no sólo en tierras misioneras lejanas, en conventos de clausura, en santuarios o catedrales. No. Nos anima a remar mar adentro —a buscar la perfección, la santidad— en nuestras profesiones, en nuestro trabajo, en nuestra labor. Una visión que podría parecer muy simple y que es francamente profunda. Así, anticipando la gran enseñanza del Concilio Vaticano II, él ha sido el poeta de la llamada universal a la santidad. Todos estamos llamados a la santidad, todos estamos llamados a la búsqueda de la perfección, en cualquier camino de la vida en que nos encontremos».

Por su parte, en el Duomo de Milán (Italia), el arzobispo Mons. Mario Delpini comentó a quienes participaban en la santa Misa en la memoria de san Josemaría que «la santidad no es la medida de lo imposible, no es el final de una escalada que somete a duras pruebas, y que solo los más fuertes, los más inteligentes, los más valientes pueden alcanzar». «La santidad —explicó— no es la conquista de un resultado sino una docilidad que no opone resistencia al aliento amistoso del Espíritu de Dios. Así lo hemos aprendido del testimonio y de la enseñanza de san Josemaría, y así lo procuramos hacer cada día, convirtiendo nuestra vida como en una vela que se expone al viento del Espíritu Santo para que la conduzca a puerto».

Mons. Hermann Gletter, obispo de Innsbruck (Austria), celebró una Misa en la iglesia del hospital de esa ciudad. La memoria de san Josemaría, dijo, «nos alienta a una nueva y amplia reflexión sobre la llamada a la santidad», de manera particular después de la reciente exhoratación Gaudete et exsultate. Recordó que, en palabras del fundador del Opus Dei, «la santidad “grande” está en cumplir los “deberes pequeños” de cada instante».

En la catedral de Córdoba (España), el obispo Mons. Demetrio Fernández, destacó que «san Josemaría ha inyectado en la Iglesia una gran esperanza: que la santidad está al alcance, que es posible, porque Dios nos ha llamado para eso: para que vivamos como hijos, lo disfrutemos aquí en la tierra, y vivamos con la esperanza de la herencia de los hijos, que es el Cielo». «No es otra cosa la santidad que ajustar nuestra voluntad a la voluntad de Dios», comentó en su homilía.

El arzobispo de Dublín, Mons. Diarmuid Martin, celebró una solemne Eucaristía en la parroquia de Our Lady Queen of Peace de la capital irlandesa. «San Josemaría —explicó— tuvo el don especial de guiar a hombres y mujeres por un camino de santidad cuya fecundidad florece en una vida inmersa dentro de las realidades cotidianas. La fe no nos separa de las realidades de la vida. Una espiritualidad cristiana —la de cualquier discípulo misionero de Jesús— es aquella que empapa nuestro compromiso cotidiano en el mundo». «Estoy muy contento —añadió— de estar con todos vosotros, que habéis encontrado fuerza y apoyo en la herencia espiritual de san Josemaría. Damos gracias a Dios porque nos ha permitido —a sacerdotes y laicos—experimentar una intimidad confiada con el Señor, y pedimos al Espíritu que nos inspire para convertirnos en gozosos discípulos misioneros de Jesucristo en el mundo de nuestro tiempo».

El sábado 23 de junio se celebró, por primera vez, la Misa de la fiesta de San Josemaría Escrivá en el Saxum Visitor Center (Abu Gosh, Israel), una iniciativa promovida por fieles de la Prelatura en Tierra Santa. Acudieron familias de Jerusalén y peregrinos. En la homilía, Mons. Joaquín Paniello —vicario del Opus Dei en Tierra Santa— comentó: «San Josemaría nos recuerda que Dios nos llama a todos a vivir nuestra fe cristiana en nuestra vida diaria haciendo nuestro trabajo profesional lo mejor que podamos y tratando bien a los demás». Antes y después de la Misa, se realizaron visitas al centro multimedia, lo que brindó a muchas de las familias locales la oportunidad de conocer y disfrutar de este nuevo recurso sobre los lugares sagrados. El Visitor Center ofrece una explicación histórica, geográfica y bíblica de los acontecimientos más importantes de la Historia de la Salvación, a través de recursos multimedia. Cuenta con una capilla para los grupos que quieran celebrar la Eucaristía.

Romana, n. 66, Enero-Junio 2018, p. 143-144.

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