A las puertas del Año de la Fe
La decisión del Santo Padre Benedicto XVI de convocar un Año de la Fe quiere «contribuir a una renovada conversión al Señor Jesús y al redescubrimiento de la fe, de modo que todos los miembros de la Iglesia sean para el mundo actual testigos gozosos y convincentes del Señor resucitado, capaces de señalar la “puerta de la fe” a tantos que están en búsqueda de la verdad»[1]. La decisión del Romano Pontífice es un motivo de alegría y una llamada a la responsabilidad personal; será no sólo un espacio ideal para los grandes eventos, sino sobre todo un tiempo oportuno para el crecimiento en la relación de cada persona con Cristo.
Siguiendo las disposiciones del Romano Pontífice, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha publicado la Nota con indicaciones pastorales para el Año de la fe, donde invita a todos los miembros de la Iglesia a comprometerse durante los próximos meses con el fin de redescubrir y «compartir lo más valioso que tiene el cristiano: Jesucristo, Redentor del hombre, Rey del Universo, “iniciador y consumador de nuestra fe” (Hb 12, 2)»[2]. Además, la Nota menciona algunas acciones que se llevarán a cabo en toda la Iglesia y sugiere otras que pueden promoverse desde las Conferencias Episcopales, desde las diócesis y en el ámbito local (parroquias, asociaciones, movimientos, etc.).
En este horizonte, el prelado del Opus Dei, ha dispuesto que se celebre una ceremonia especial de apertura —Exposición solemne del Santísimo Sacramento— en la Iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz, en Roma, el próximo sábado 13 de octubre. Actos análogos tendrán lugar en las capillas y oratorios de numerosos centros encomendados a la Prelatura en el mundo.
En las actividades formativas promovidas por la Prelatura se darán ideas y sugerencias que ayuden a cada uno a sacar provecho de este evento eclesial. De hecho, ya hace algunos meses, el Prelado dispuso que en el tiempo previo al inicio de este acontecimiento, los fieles de la Obra pidan «al Espíritu Santo que prepare la mente y el corazón de todos los bautizados para que sepamos vivir con más hondura el Año de la Fe». Concretamente animó a que durante estos meses sea frecuente «la lectura del Catecismo de la Iglesia Católica y de su Compendio para aprovechar las riquezas de esos textos y difundir que las personas adquieran esos libros».
Como fruto de ese deseo de S.E.R. Mons. Javier Echevarría, fieles y cooperadores de la Prelatura han organizado jornadas de preparación para el Año de la Fe. En la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, tuvo lugar el congreso denominado «Palabra y testimonio en la comunicación de la fe» y en la Universidad de Navarra se celebró una jornada académica sobre la «Nueva Evangelización». Iniciativas similares se están impulsando en muchos países donde la Prelatura desarrolla su labor de modo estable. Se trata de jornadas de estudio y meditación, cursos, seminarios de formación, y actividades de carácter espiritual especialmente pensadas para este Año que se prolongarán a lo largo de 2013.
En el website www.opusdei.org se irán ofreciendo materiales de estudio y de divulgación sobre la Fe y su catequesis, que tendrán como punto de referencia los documentos del Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia Católica.
De algunas de estas iniciativas se da noticia en el presente número de Romana. De otras, se informará en el correspondiente al segundo semestre de 2012. Todas estas actividades no son más que una contribución que se suma al gran conjunto de iniciativas promovidas por los todos los católicos del mundo. En todo caso, la promoción del Año de la Fe comenzará en la vida personal de cada cristiano, con el empeño de seguir a Cristo y de transmitirlo a las personas que están a su alrededor. «La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Nos hace fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un testimonio fecundo»[3]. Los fieles del Opus Dei en su apostolado personal ayudarán a muchas personas a meditar aquellas palabras en las que san Josemaría se hace eco de san Pablo: «Enciende tu fe. —No es Cristo una figura que pasó. No es un recuerdo que se pierde en la historia. ¡Vive!: “Jesus Christus heri et hodie: ipse et in sæcula!” —dice San Pablo— ¡Jesucristo ayer y hoy y siempre!»[4].
[1] Congregación para la Doctrina de la Fe, Nota con indicaciones pastorales para el Año de la fe, 6-I-2012.
[2] Ibídem.
[3] Benedicto XVI, Carta Apostólica Porta fidei, 11-X-2011.
[4] San Josemaría, Camino, n. 584.
Romana, n. 54, enero-junio 2012, p. 10-11.