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Devoción por el mundo

Una placa

En el Palacio Arzobispal de Pamplona se ha colocado una placa que recuerda el primer curso de retiro de san Josemaría después de la travesía de los Pirineos. En la placa se lee: «En el mes de diciembre de 1937, después de superar muchos sufrimientos y peligros durante la persecución religiosa promovida en algunas zonas del país, por la evidente protección del Señor y de su Santísima Madre, san Josemaría Escrivá de Balaguer realizó unos días de retiro espiritual en esta Capilla, acogido por el cariño paternal de Monseñor Marcelino Olaechea, Obispo de Pamplona. En aquellas jornadas el Fundador del Opus Dei recibió abundantes dones divinos que le llevaron a un desbordamiento de afectos hacia la Sagrada Eucaristía, como el mencionado en el punto 438 de su libro Camino». El contenido de este punto es el siguiente: «¡Loco! —Ya te vi —te creías solo en la capilla episcopal— poner en cada cáliz y en cada patena, recién consagrados, un beso: para que se lo encuentre Él, cuando por primera vez “baje” a esos vasos eucarísticos».


Una estatua

En la parroquia de la Encarnación del Señor, en Madrid, se venera desde el pasado mes de abril una estatua de san Josemaría. Se trata de una talla en madera, obra del taller de arte religioso Artemartínez, de Horche (Guadalajara).


Tres campanas

Poco después de la beatificación de Juan Pablo II, en el mes de mayo, fueron bendecidas las tres nuevas campanas de la iglesia barroca de San Salvatore in Lauro, en el centro histórico de Roma. Se ha dado a cada una el nombre de un santo contemporáneo, del que lleva en bajorrelieve la correspondiente efigie: el beato Juan Pablo II, san Pío de Pietrelcina y san Josemaría Escrivá de Balaguer.


Dedicación de lugares públicos

En estos meses, distintas localidades italianas han querido conmemorar al fundador del Opus Dei con la dedicación de algún lugar público, como por ejemplo una plaza en Gizzeria (Calabria), un parque en Messina, y una vía en Milazzo (Sicilia). También se ha dedicado una calle a san Josemaría en Zaragoza, la ciudad española en la que recibió su formación sacerdotal y el sacramento del orden.


La estampa en nuevos idiomas

La estampa de san Josemaría se ha editado en bengalí y marathi, dos de las lenguas oficiales de la India. También se ha impreso en latín, lengua universal de la Iglesia. La traducción de la estampa al mapuche, realizada por la profesora Jeannette Paillao, se celebró en la comunidad chilena de Chol Chol con una fiesta popular de la que dio cuenta la televisión. Los idiomas en los que se puede rezar la estampa de san Josemaría son actualmente unos sesenta.


Otras conmemoraciones

Los días 5, 6 y 7 de agosto se celebró en Caglio (Lombardía, Italia) el 40º aniversario de la presencia de san Josemaría en la localidad, donde se sitúa el santuario de la Madonna di Campoé, en el que tuvieron lugar los actos conmemorativos. El Rev. Valentino Viganò, párroco es responsable de la unidad pastoral que comprende los ayuntamientos de Caglio, Sormano y Rezzago, quiso festejar el aniversario con una conferencia y un video sobre san Josemaría el viernes 5, y con la apertura de una exposición fotográfica sobre el santo el sábado 6, al concluir la celebración de la Eucaristía. Se cerró la conmemoración el 7 de agosto, con una Misa celebrada por don Matteo Fabbri, vicario del Opus Dei en Italia, en la antigua ermita románica de la Villa Giuliani, donde en 1971 se alojó san Josemaría. Acabada la misa, se descubrió una placa, en la entrada de la Villa, que recuerda que en esa casa el fundador de la Obra sintió en su interior, venidas del Señor, las palabras “Adeamus cum fiducia ad thronum gloriae ut misericordiam consequamur”, que le llenaron de paz en momentos de dificultades interiores y exteriores.


El Colegio Mayor Moncloa, que nació bajo el impulso directo de san Josemaría en 1943, ha celebrado la III Conferencia de las Artes Josemaría Escrivá de Balaguer. En esta ocasión lo ha hecho contando con la participación del poeta y profesor Carmelo Guillén Acosta. En las anteriores ediciones intervinieron los escritores Carlos Pujol y Blanca García-Valdecasas. Estas conferencias, organizadas por la Fundación Moncloa 2000, tienen como fin convocar a reconocidos artistas que hayan destacado por la calidad de su obra literaria, y por el sentido cristiano y humano que la inspira.

Romana, n. 53, Julio-Diciembre 2011, p. 305-307.

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