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Clausura de la fase instructoria del Proceso de Canonización del Siervo de Dios José María Hernández Garnica

Mons. César Franco Martínez, Obispo Auxiliar de Madrid, clausuró la fase diocesana del proceso de canonización del Siervo de Dios José María Hernández Garnica (1913-1972), sacerdote de la Prelatura del Opus Dei.

El Obispo destacó “la importancia de la santidad en la vida de la Iglesia, que espera santidad como primera aportación de los cristianos”, y glosó “la fidelidad” del Siervo de Dios para “dedicar su vida a la santificación de muchas personas”, a “propagar el carisma con que el Espíritu Santo ha enriquecido a la Iglesia a través de San Josemaría”.

Pidió además que su figura “sea incentivo para nosotros, estímulo para la santidad, como todo cristiano debe ser. Ojalá tengamos que hacer más procesos como éste, que son muestra de la vitalidad de la Iglesia”.

En el acto se cerraron y lacraron las cajas con las pruebas documentales y testificales reunidas por el tribunal desde febrero de 2005, y que serán enviadas a la Congregación para las Causas de los Santos para la obtención del decreto de validez del proceso.

D. José María Hernández Garnica fue uno de los primeros fieles del Opus Dei, desde que se incorporó en 1935. Doctor Ingeniero de Minas, en Ciencias Naturales y en Teología. Fue uno de los tres primeros fieles del Opus Dei que se ordenaron sacerdotes en 1944, junto con los Siervos de Dios Álvaro del Portillo y José Luis Múzquiz.

Buscó la santidad en sus tareas profesionales, primero como ingeniero y luego como sacerdote, con gran generosidad. Desarrolló una amplia labor apostólica y pastoral en España, Inglaterra, Irlanda, Francia, Austria, Alemania, Suiza, Bélgica y Holanda. Junto a los medios sobrenaturales, como la oración y los sacramentos, no escatimó esfuerzos para poner todos los medios humanos a su alcance: aprendió varios idiomas, se adaptó a diferentes ambientes e hizo frente a incomodidades de todo tipo en países en los que comenzaba la labor apostólica del Opus Dei.

Romana, n. 48, Enero-Junio 2009, p. 129-130.

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