Misas en sufragio del siervo de Dios Mons. Álvaro del Portillo en todo el mundo
El 23 de marzo se cumplió el décimo aniversario del fallecimiento de D. Álvaro. Con este motivo han tenido lugar en todo el mundo Misas en sufragio por su alma. En muchas ciudades los celebrantes han sido los ordinarios locales -Arzobispos y Obispos-, que han querido mostrar así su afecto por Mons. Álvaro del Portillo. También han sido numerosos los sacerdotes que han celebrado la Eucaristía por su eterno descanso. Antes y durante las celebraciones eucarísticas, los asistentes han tenido la oportunidad de recibir el sacramento de la Penitencia.
En Italia se celebraron Misas en la Basílica de San Ambrosio de Milán, en la Catedral de Palermo -una ceremonia oficiada por el Cardenal Salvatore De Giorgi- y en la Iglesia de San Fernando de Bari, entre otros lugares, además de en la Parroquia de San Josemaría, en Roma.
Por toda la geografía chilena se celebró la Santa Misa en sufragio del alma de D. Álvaro, con la asistencia de numerosas personas. En Santiago, en la Parroquia de San Ramón, concelebrada por el Vicario Regional y otros sacerdotes; en Viña del Mar, en la Iglesia Naval Las Salinas; en Concepción, en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes; en Antofagasta, en la Capilla militar; y en Temuco, en la Capilla del Hogar de Ancianos Nuestra Señora del Carmen.
Otros lugares de América Latina donde también se celebraron Misas fueron: Argentina, en Buenos Aires, Mendoza, Tucumán y Santa Fé; Brasil, en São Paulo, Curitiba y Río de Janeiro; Colombia, en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena de Indias, Bucaramanga y Manizales; Ecuador, en Guayaquil y Quito; El Salvador, en San Salvador; Honduras, en Tegucigalpa; México, en Monterrey, San Luis Potosí, Chihuahua, Torreón, Ciudad de México, Hermosillo, Culiacán, Aguascalientes y Guadalajara; Paraguay, en Asunción; Perú, en Lima, Arequipa, Chiclayo, Piura y Cañete; Puerto Rico, en San Juan; República Dominicana, en Santo Domingo; Uruguay, en Montevideo.
En Estocolmo tuvieron lugar dos Misas celebradas en dos residencias de estudiantes de la ciudad, obras corporativas de la Prelatura. Asistieron, además de los residentes, varios amigos y cooperadores del Opus Dei. También en Jerusalén se tuvo una Eucaristía en sufragio de D. Álvaro, a la que asistieron algunos universitarios y bachilleres que frecuentan los medios de formación. En Bruselas, la Santa Misa se ha celebrado en la iglesia de Nuestra Señora de la Anunciación y fue presidida por el Vicario Regional del Opus Dei. Asimismo, el Vicario Regional de Alemania, Dr. Christoph Bockamp, celebró el 23 de marzo una Misa en Colonia. En Portugal, concretamente en Lisboa, se celebró una Misa por D. Álvaro en el oratorio de San Josemaría de la residencia Montes Claros; y en la ciudad de Viseu, en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen.
En la capilla de Strathmore University, Nairobi (Kenya), se celebró una Misa solemne el 23 de marzo. Igualmente, en Kinshasa (R.D. Congo), en la Catedral de Nuestra Señora del Congo, Mons. Xavier Hervás presidió una concelebración eucarística. En la homilía, recordó que los que conocieron a D. Álvaro “nos acordamos de que en los diferentes encuentros con él, se iluminó nuestra fe, se fortificó nuestra esperanza y se inflamó nuestro amor de Dios, haciéndonos considerar la trascendencia de nuestra vocación cristiana”.
Alrededor del 23 de marzo se han celebrado un gran número de Misas en sufragio por el alma del siervo de Dios Mons. Álvaro del Portillo en ciudades españolas. La afluencia de numerosos fieles en las Catedrales de Almería, Burgos, Ciudad Real, Granada, León, Málaga, Palencia, Salamanca, Santander, Sevilla, Valladolid, y en otras muchas iglesias parroquiales de ciudades de todas las provincias españolas, fue un verdadero testimonio del afecto y veneración por el primer sucesor de San Josemaría en este señalado aniversario. También se han celebrado misas en sufragio por el alma de D. Álvaro en muchos clubes juveniles, colegios de enseñanza media y colegios mayores y obras corporativas del Opus Dei.
Romana, n. 38, enero-junio 2004, p. 78-79.