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Viajes pastorales

El 4 de julio llegó el Prelado del Opus Dei a Portugal y enseguida se dirigió a Enxomil, casa de retiros cercana a Oporto, donde pasaría unos días.

El sábado 26 de julio tuvo un encuentro con fieles de la Prelatura, amigos y cooperadores. El Prelado les habló de la familia, la enfermedad, el trabajo, el apostolado... Animó a los presentes a rezar y mortificarse por el Santo Padre y a difundir el rezo del Rosario. Dos días después tuvo una reunión con sacerdotes en Enxomil.

Durante su permanencia en Portugal, acudió a Fátima en dos ocasiones para rezar a la Virgen.


El 30 de julio de 2003, el Prelado del Opus Dei, Mons. Javier Echevarría, se trasladó a Londres, donde permaneció hasta el 2 de agosto. En esa breve estancia tuvo varias reuniones con fieles de la Prelatura en las sedes de la Comisión y de la Asesoría Regional. Tuvo reuniones también en Netherhall House, una residencia universitaria en el noroeste de la ciudad.

La mañana siguiente a su llegada dedicó el altar del nuevo oratorio de la sede de la Comisión Regional, bajo el que colocó una reliquia ex ossibus de San Josemaría. El día 1 de agosto, por la tarde, estuvo con el Cardenal Cormac Murphy-O’Connor, Arzobispo de la Diócesis de Westminster. Esa misma tarde tuvo una reunión con sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

Mons. Echevarría alentó a un grupo de mujeres, fieles de la Prelatura, que forman parte del Consejo de Dirección de distintas labores apostólicas a no pararse ante las dificultades que puedan encontrar en su trabajo, y les recordó que San Josemaría, en los comienzos del Opus Dei, trabajó incansablemente sin perder nunca la paz. También dirigió unas palabras a algunas personas que trabajan en el campo de la moda: les hizo ver la repercusión de promover una moda que tenga en cuenta la dignidad de la persona.

Al final de su estancia en Londres fue a ver Crosmore, un piso situado en la City de Londres que algunos fieles de la Prelatura y Cooperadores han puesto a disposición de las actividades apostólicas del Opus Dei. Allí el Prelado recordó la primera visita que hizo San Josemaría Escrivá a la City en 1958, cuando todo estaba aún por hacer y cuando parecía una locura comenzar la labor apostólica en ese mundo aparentemente tan alejado de Dios. Y sin embargo aquello se había hecho posible, con la gracia de Dios y el empuje sobrenatural del Fundador del Opus Dei.


El 2 de agosto, el Prelado llegó a Irlanda procedente de Londres. El domingo 3 celebró la Santa Misa en Lismullin, una casa de retiros situada a cuarenta kilómetros de Dublín. Durante la Misa dedicó el altar y bendijo el oratorio.

El último día de su estancia mantuvo varios coloquios con fieles de la Prelatura. En ellos el Prelado les transmitió la bendición del Papa y les animó a desarrollar un gran apostolado en la isla en medio de su trabajo profesional, como lo hicieron los primeros cristianos, y a mejorar en la educación de sus hijos, también a través de la participación activa en los colegios donde estudian. A los sacerdotes les insistió en ser instrumentos de Dios para servir a todas las almas y en convertir la Santa Misa en el centro de su jornada.

En Cleraun, Centro al que acuden estudiantes universitarios, Mons. Javier Echevarría se reunió con chicos jóvenes que participan en los apostolados de la Prelatura. Les dijo que eran el futuro de la Iglesia y les invitó a que leyeran el Evangelio con asiduidad, para conocer a Cristo y para darlo a conocer.


Mons. Javier Echevarría llegó el día 2 de septiembre a Argentina. Al día siguiente pasó por Chacabuco, un Centro del Opus Dei, para visitar a algunos fieles de la Prelatura enfermos de gravedad.

El sábado 13 acudió a la Universidad Austral. En una de las aulas de la Facultad de Ciencias Biomédicas tuvo dos encuentros con fieles de la Prelatura que trabajan en la Universidad. Les animó a tener ilusión de pioneros y les habló de la urgencia por mejorar la sociedad. También se reunió con quienes forman los Consejos Directivos de las distintas unidades académicas de la Universidad.

Por la tarde, después de visitar al Obispo diocesano, en el Santuario de Nuestra Señora de Luján confirió el sacerdocio a dos fieles Agregados de la Prelatura: Carlos Angel Gayo Berlanga, de Argentina, y Guillermo Escobedo Valle, de Mexico. Era la primera ceremonia de ordenación presbiteral que confería en el continente americano.

El lunes 29, por la mañana, mantuvo diversas tertulias con grupos de fieles. Por la tarde asistió al acto de investidura de tres Doctores Honoris Causa de la Universidad Austral.

Al día siguiente, 30 de septiembre por la mañana, participó en el Auditorio de la Universidad Austral en un encuentro con varios cientos de personas. Habló de conversión, de oración y de mortificación en la vida ordinaria. También les animó a contribuir a sacar adelante el país con un trabajo bien hecho. Apenas terminado el encuentro, el Prelado salió hacia el aeropuerto de Ezeiza para regresar a Roma.


El 17 de setiembre el Prelado del Opus Dei voló de Buenos Aires a Montevideo. Una vez en la capital uruguaya se dirigió al gimnasio del colegio Monte VI donde tuvo lugar una tertulia para fieles del Opus Dei. Animó a los presentes a trabajar para resolver los problemas del país, rezando con optimismo y actuando con responsabilidad. Por la tarde mantuvo otros encuentros con diversos grupos de fieles, y a última hora regresó a Buenos Aires.


Mons. Javier Echevarría estuvo en Chile, también el 25 de septiembre. Durante su viaje se interesó por algunas personas enfermas, y quiso estar con S.E. Mons. Adolfo Rodríguez Vidal, el primer sacerdote del Opus Dei que marchó a Chile, que fallecería poco después.

El Prelado aprovechó la jornada para reunirse con numerosos fieles de la Prelatura. En estos encuentros manifestó su alegría por poder estar con sus hijas e hijos y les animó a ser muy apostólicos y a acudir a la intercesión de San Josemaría. También insistió en que los fieles del Opus Dei deben contribuir a difundir el valor y el sentido de la virtud cristiana de la santa pureza, del pudor y de la modestia. Antes de partir hacia el aeropuerto visitó la ermita del campus de la Universidad de los Andes, donde rezó unos minutos a la Virgen y dio personalmente las gracias a todos los trabajadores que habían intervenido en su construcción.


El Prelado del Opus Dei llegó a París al final de la tarde del jueves 18 de diciembre, acompañado por Mons. Fernando Ocáriz y Mons. Joaquín Alonso. Desde el aeropuerto se dirigió al centro de conferencias de Couvrelles. En la mañana del día 19, Mons. Echevarría dirigió la meditación y celebró la Santa Misa en la Escuela de hostelería Dosnon, aneja al centro de conferencias. Más tarde se reunió con las directivas, profesoras y alumnas de la escuela, a las que animó —entre otras cosas— a llevar una vida cristiana coherente y a redescubrir cada día el valor incalculable de su trabajo en servicio a los demás. También se entretuvo unos momentos con quienes asistían esos días a un curso de retiro espiritual en el centro de conferencias.

Al final de la mañana, el Prelado del Opus Dei acudió al cementerio de Couvrelles para rezar ante las tumbas de algunos fieles de la Prelatura. Aquella tarde y el día siguiente tuvo varios encuentros con fieles de la Prelatura de París y de otras ciudades francesas: les impulsó a intensificar el trato con Dios, especialmente en los días que preceden a la Navidad, y a seguir desarrollando con esperanza y optimismo un apostolado personal incansable, cada uno en su ambiente.

Durante esos días el Prelado del Opus Dei se reunió también con los miembros de la Asesoría y de la Comisión Regional. En la mañana del domingo 21, después de dirigir la meditación y de celebrar la Santa Misa en la sede de la Comisión Regional, Mons. Javier Echevarría regresó a Roma.

Romana, n. 37, julio-diciembre 2003, p. 24-26.

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