Inauguración de la escuela estatal Mons. Josemaría Escrivá
«Desde que era un joven sacerdote, Josemaría Escrivá se prodigó, generosa e infatigablemente, en tareas de formación integral y de atención espiritual de niños y de jóvenes. Fueron incontables las horas que empeñó, alegre y abnegadamente, a esa labor, que abarcaba desde niños y adolescentes de los barrios periféricos más abandonados de Madrid, hasta estudiantes universitarios de los cinco continentes». Son palabras que el Vicario regional de la Prelatura del Opus Dei en Brasil, Mons. Vicente Ancona Lopez, pronunció el día uno de julio durante la ceremonia de inauguración de la Escuela Estatal Monseñor Josemaría Escrivá, en Londrina, la ciudad más importante de la región del Norte del Estado del Paraná.
La ceremonia inaugural contó con la presencia de numerosas personalidades, como la Gobernadora del Estado del Paraná, el Alcalde municipal de Londrina, concejales y otras autoridades civiles, militares y religiosas. En sus discursos, hubo referencias a la figura ejemplar de Josemaría Escrivá, destacando su importancia como modelo e intercesor para toda la juventud.
La gobernadora del Estado del Paraná, que inauguró oficialmente la Escuela, se refirió a la vida del Fundador del Opus Dei, destacando su importancia en la formación de los alumnos que, sin duda, tendrán la suerte de estudiar en un colegio con tal patrono: «En este momento solemne, del que tenemos el honor de participar —dijo—, quiero agradecer la presencia de todas las autoridades que aquí se encuentran, de los padres, de los profesores..., y decirles que, del mismo modo que se ve en el ejemplo de la vida de Mons. Escrivá, todos los que estamos aquí, podemos ser instrumentos, sembradores de una nueva semilla, una semilla que comienza ya a brotar, porque se observa en estos alumnos un gran deseo de aprender y de formarse como personas, con toda su dignidad».
El Alcalde municipal, Nedson Michelletti, subrayó la especial oportunidad que tendrán todos los educadores, funcionarios y alumnos del Colegio de «conocer más la vida de Mons. Escrivá», comentando que «con toda seguridad lo admirarán cada vez más». Ante la inminencia de la canonización del Beato Josemaría, formuló una petición: «Pido que Josemaría Escrivá esté ante Dios intercediendo por nuestra ciudad, y especialmente intercediendo por los educadores, por los funcionarios y por toda esa juventud que pasará por las aulas de esta Escuela».
La Escuela tiene cerca de 400 alumnos, de 7 a 14 años, y está localizada en un barrio constituido por familias de obreros y de profesionales del sector de servicios de la ciudad.
Romana, n. 35, julio-diciembre 2002, p. 344-345.