envelope-oenvelopebookscartsearchmenu

Viajes pastorales

El Obispo Prelado del Opus Dei estuvo en Alemania en julio. Además de trabajar durante algunas semanas en Solingen, antes de iniciar un largo viaje apostólico por América del Sur, deseaba acompañar a Stephan Puhl, un fiel de la Prelatura que se encontraba entonces gravemente enfermo y que fallecería poco después.

Mons. Echevarría aprovechó su estancia en Solingen, ciudad casi fronteriza, para reunirse con fieles de la Prelatura, el 19 de julio en Bruselas, y el 26 de julio en Maastricht, donde rezó en la Basílica de Onze Lieve Vrouwekerk. El día 27 tuvo dos encuentros con fieles de la Prelatura alemanes: uno en Maarhof y otro en la Residencia Universitaria Internacional Müngersdorf, en Colonia.


El Prelado permaneció en Argentina durante la primera mitad de agosto, y tuvo diversos encuentros con millares de personas. En el mes de junio se habían cumplido veintitrés años de la estancia del Beato Josemaría en Argentina.

El martes 5, el Obispo Prelado del Opus Dei se trasladó a Rosario. Por la tarde, unas cinco mil personas lo aguardaban en un estadio cubierto, el del Club Provincial. La reunión duró más de una hora. Los días 7 y 8, en el Centro de Exposiciones Costa Salguero, en Buenos Aires, Mons. Javier Echevarría mantuvo dos reuniones, a las que asistieron más de doce mil personas. Las preguntas tocaron diferentes aspectos de la vida cristiana. Quiso transmitir a todos la bendición que había recibido de manos del Papa antes de salir de Roma, y exhortó a rezar por el Santo Padre y a acompañarle espiritualmente en la preparación del Jubileo.

Mons. Javier Echevarría acudió en diversas oportunidades a las instalaciones de la Universidad Austral, de la que es Rector Honorario. La Universidad acogió un encuentro con jóvenes; otro tuvo lugar en el Colegio Los Molinos.

El domingo 10, el Prelado estuvo en la ciudad de Córdoba, donde se reunió con jóvenes y familias. Más de cuatro mil personas participaron, por la tarde, en un encuentro en el jardín de una casa para convivencias y retiros. Respondiendo a una pregunta acerca de los comienzos de la labor del Opus Dei en Lituania, dijo: “el Opus Dei se ha hecho y se hará exclusivamente con la única arma que tenemos: la oración”; y más adelante agregó: “solamente si ponemos como premisa fundamental la oración podremos hacer el Opus Dei”.

El lunes 11 de agosto, Mons. Javier Echevarría visitó el Santuario de Nuestra Señora de Luján, como hiciera el Beato Josemaría Escrivá de Balaguer en el año 1974.

Viajó a la ciudad de Mendoza el martes 12. Allí recibió a varias familias y se reunió, en las instalaciones del Colegio Los Olivos, con casi cinco mil personas.

Durante su estancia en Argentina, Mons. Javier Echevarría se entrevistó con diversas autoridades eclesiásticas: el Cardenal Antonio Quarracino, Arzobispo de Buenos Aires; el Cardenal Raúl Primatesta, Arzobispo de Córdoba; Mons. Estanislao E. Karlic, Presidente de la Conferencia Episcopal y Arzobispo de Paraná; Mons. Jorge María Bergoglio, Coadjutor de Buenos Aires; y Mons. José María Arancibia, Obispo de Mendoza.


El Prelado del Opus Dei llegó a La Paz, capital de Bolivia, al mediodía del jueves 14 de agosto de 1997.

Se trasladó de inmediato al Centro de Desarrollo Regional Río Abajo, donde residió durante su estancia en el país. En la entrada fue recibido por un grupo de campesinos de la zona a la manera tradicional: con petardos y banda de música. Mons. Javier Echevarría tuvo unas palabras de agradecimiento y pidió que rezaran por los frutos apostólicos de su viaje. El resto del día 14 y durante el día 15 recibió a un buen número de fieles del Opus Dei.

A media mañana del día 15 se entrevistó con algunos miembros de la alcaldía de La Paz, que le hicieron entrega de un documento que le declara Huésped Ilustre de la ciudad. En las palabras de agradecimiento, Mons. Echevarría comentó que las alturas de La Paz —emplazada a más de 3000 metros de altitud— le recordaban los versos en que San Juan de la Cruz plasma la búsqueda del Amor de Dios con una imagen del arte de la cetrería: «Volé tan alto, tan alto, que le dí a la caza alcance».

Por la tarde del mismo día 15 estuvo en distintas obras de apostolado corporativo del Opus Dei en La Paz: el Centro Cultural Ancohuma, el Centro Cultural Thaki, el Club Huayna y el Centro Cultural Hontanar.

El sábado 16 por la mañana tuvo lugar un encuentro con más de dos mil personas en los jardines de la casa donde se alojaba. Luego salió rumbo a Paraguay.


La estancia del Prelado en Paraguay se prolongó hasta el lunes 18. El día 17, por la mañana, en un estadio polideportivo cubierto, mantuvo una reunión familiar con cinco mil personas. Mons. Echevarría les habló de la preparación del Jubileo del año 2000, en unión con el Santo Padre. En respuesta a las preguntas que le formularon, se refirió al sacramento de la Confesión, al noviazgo, a la vida familiar, a la santificación del trabajo y a la respuesta generosa a la vocación que Dios da a cada uno.

Por la tarde tuvo varias reuniones con fieles de la Prelatura, así como con Cooperadores y otras personas que están en relación con la labor apostólica del Opus Dei.

El lunes 18, visitó al Arzobispo de Asunción, Mons. Felipe Santiago Benítez. Luego se detuvo a rezar en la Catedral. Posteriormente acudió a la sede de la Nunciatura Apostólica, donde tuvo un cordial coloquio con el Nuncio, Mons. Lorenzo Baldisseri.

Ese mismo día partió rumbo a Montevideo.


A lo largo de tres días, Mons. Echevarría pudo reunirse con los fieles de la Prelatura, procedentes de veinte localidades distintas de Uruguay, en tertulias familiares que, en su gran mayoría, tuvieron lugar en el Colegio Los Pilares, Centro de enseñanza primaria y secundaria promovido por algunos fieles y cooperadores del Opus Dei.

El miércoles 20, en el estadio Palacio Peñarol, más de cinco mil personas asistieron a un encuentro con el Prelado. Mons. Echevarría quiso dedicar un recuerdo cariñoso a los primeros fieles del Opus Dei que, hace cuarenta y un años, llegaron a Uruguay, enviados por el Beato Josemaría Escrivá. Después, al responder a las preguntas que le hicieron algunos de los asistentes, subrayó, como ya había hecho en otras reuniones más reducidas, el mensaje que el Papa Juan Pablo II dejó en este país en sus dos visitas pastorales de 1987 y 1988: Uruguay es un país que nació católico y la fe católica debe continuar informando su vida entera.

Mons. Echevarría visitó en la curia archidiocesana, el martes 19, al Arzobispo de Montevideo, Mons. José Gottardi. Al día siguiente, en la sede de la Conferencia Episcopal Uruguaya, mantuvo un encuentro con su Presidente, Mons. Orlando Romero, Obispo de Canelones.

Aunque el tiempo fue muy limitado, el Obispo Prelado del Opus Dei pudo conocer también varias labores apostólicas que los fieles de la Prelatura han puesto en marcha, en colaboración con otras personas. El martes 19 celebró la Santa Misa en la Residencia Universitaria del Mar y estuvo en la Escuela Hotelera Del Plata. Por la tarde, después de reunirse con el Consejo Superior de la Universidad de Montevideo, recorrió el nuevo edificio de este centro de educación superior. El miércoles 20 pudo estar unos minutos en el Centro de Estudios Miradores.

La mañana del jueves 21, día de su partida, fue especialmente intensa. Conoció la Residencia Universitaria Montefaro y el colegio Monte VI. A continuación se trasladó al CADI (Centro de Apoyo para el Desarrollo Integral), labor apostólica promovida por fieles de la Prelatura en un barrio periférico de Montevideo.

A continuación, después de bendecir un terreno recientemente donado para llevar a cabo una labor de promoción entre jóvenes de barrios extremos, Mons. Echevarría estuvo en La Cantera, una casa de convivencias. De allí se dirigió más tarde a la Escuela Familiar Agraria Los Nogales, donde desde su fundación, hace diecisiete años, se ha realizado una amplia labor educativa en la zona de Progreso, en el departamento de Canelones, contiguo a Montevideo. Rodeado por los monitores, los alumnos y sus familias, bendijo una imagen de la Virgen que, a partir de entonces, se encuentra en una ermita.

Por la tarde partió hacia Santiago de Chile.


En Chile, el día 22 acudió a rezar ante la imagen de la Inmaculada Concepción, que preside la capital desde la cumbre del Cerro San Cristóbal. Por la tarde visitó al Cardenal Carlos Oviedo, Arzobispo de Santiago, y posteriormente tuvo un breve encuentro con fieles de la Prelatura.

El sábado 23, Mons. Echevarría tuvo un encuentro en el Colegio Tabancura con unas trece mil personas. Una de las preguntas del público le dio ocasión para animar a todos a rezar por el Romano Pontífice y secundar sus enseñanzas. También se refirió a la televisión, y exhortó a los padres de familia presentes a buscar modos de influir positivamente en el contenido de los programas, pensando en el bien de sus hijos y de toda la sociedad.

Al día siguiente, celebró la Santa Misa y predicó la homilía en la Residencia Universitaria Alborada; después mantuvo un encuentro con fieles de la Prelatura en el Colegio Cordillera. Por la tarde recibió a casi mil quinientos jóvenes.

El día 25 se reunió con más de ochenta sacerdotes en la sala de estar de la Residencia Alborada. Les refirió el ejemplo de celo pastoral del Beato Josemaría durante su primer destino sacerdotal, apenas recibida la ordenación. Durante el coloquio, habló de las actividades formativas de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, y les exhortó a buscar vocaciones para el seminario y a estar muy unidos con su obispo diocesano. Por la tarde tuvo otra reunión con más de mil doscientos estudiantes y jóvenes trabajadores.

El martes acudió a Fontanar, una escuela para empleadas del hogar. Recorrió las instalaciones y se entretuvo con las alumnas y profesoras, que quisieron transmitirle algunos testimonios y obsequiarle con canciones populares.

El miércoles, Mons. Echevarría partió hacia Viña del Mar, ciudad de la costa en la que la Prelatura desarrolla su labor desde hace veinte años. En el trayecto visitó el Santuario de Nuestra Señora de Lo Vásquez, donde había rezado junto al Beato Josemaría en 1974. En Viña del Mar recibió a algunas familias y, por la tarde, se reunió con fieles y cooperadores de la Prelatura en el Colegio Albamar.

El jueves 28 se desplazó a un sector periférico de Santiago en el que algunos fieles de la Prelatura, junto con otras personas, han construido un colegio técnico para niños de escasos recursos. Mons. Echevarría pudo recorrer las instalaciones, saludar a los profesores y al personal auxiliar, y entablar un diálogo espontáneo con los alumnos del colegio. Ellos, por su parte, entonaron algunas canciones y le regalaron productos típicos de la zona.

El día 29, Mons. Echevarría viajó a Concepción. Al llegar celebró la Santa Misa en Amancay, centro de perfeccionamiento para empleadas del hogar. Posteriormente visitó a Mons. Antonio Moreno, Arzobispo de Concepción, y se detuvo a rezar en la Catedral. Por la tarde se reunió con varios cientos de personas de diferentes ciudades del sur de Chile.

La cancha del Colegio Tabancura volvió a llenarse, el sábado 30, con ocasión de un segundo encuentro con Mons. Echevarría en Santiago. El Prelado del Opus Dei exhortó vivamente a los presentes a defender las raíces católicas del país. Se refirió largamente a la familia, y animó a los esposos a quererse y a comprenderse. En respuesta a la pregunta de una persona que se había quedado ciega, habló de los maravillosos panoramas de la vida interior que se pueden contemplar con los ojos del alma.

El domingo 31 se dirigió a la Escuela Agrícola Las Garzas, que desde 1963 imparte enseñanza técnica a campesinos y pequeños propietarios agrícolas de la zona de Chimbarongo, al sur de la capital. A pesar de que el clima no estaba en consonancia con el calor con que se había preparado el encuentro, más de dos mil campesinos acudieron a Las Garzas para participar en un animado coloquio con el Prelado, que fue recibido con canciones típicas y algunos obsequios. Antes del encuentro, y como recuerdo de su estancia en la escuela, Mons. Echevarría fue invitado a plantar un haya roja.

El 1 de septiembre, el Prelado celebró la Santa Misa para los alumnos y profesores de la Universidad de los Andes. Durante la homilía habló de espíritu de servicio y de apertura a las necesidades del prójimo: “Sólo así —dijo a los estudiantes— os prepararéis para ser, con vuestra profesión futura, esas mujeres y esos hombres que sienten —nos lo dice el Papa Juan Pablo II— la necesidad de construir un mundo mejor, más justo y, a la vez, más digno del hombre”. Terminada la celebración eucarística, el Prelado estuvo unos momentos con los alumnos de la Universidad. Más tarde participó en la reunión del claustro académico, y el Rector le impuso el medallón distintivo de Rector Honorario de la Universidad de los Andes.


Llegó a Madrid, de regreso a Roma, el día 4. Las dos jornadas sucesivas las transcurrió con cinco diáconos de la Prelatura a los que iba a conferir el presbiterado el domingo, 7 de septiembre, en la Pontificia Basílica de San Miguel. El 9 de septiembre, regresó a Roma.

Romana, n. 25, julio-diciembre 1997, p. 313-317.

Enviar a un amigo