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XVIII Simposio Internacional de Teología de la Universidad de Navarra

«Para la Iglesia, la teología es como el radar», comentaba sugestivamente el Arzobispo de Pamplona, Mons. Fernando Sebastián Aguilar, en una sesión del XVIII Simposio de Teología de la Universidad de Navarra. El tema del congreso ha sido Cristo y el Dios de los cristianos. Hacia una comprensión actual de la teología. El Arzobispo de Pamplona ha afirmado que la teología, en cuanto servicio a la fe de la Iglesia, constituye un instrumento indispensable para el diálogo con el mundo, para la vida cristiana y para la evangelización.

Ha intervenido también en el Simposio el Arzobispo Mons. José Saraiva Martins, Secretario de la Congregación para la Educación Católica, quien ha señalado los principios necesarios en este momento para una renovación del trabajo teológico: sentido de la identidad de creyente del teólogo, relación directa con la Verdad y con la historia, recuperación de la perspectiva misionera y sensibilidad ecuménica.

Con ocasión del Simposio, Mons. Saraiva Martins tuvo un encuentro con un centenar de seminaristas del Colegio Eclesiástico Internacional Bidasoa de Pamplona. Los residentes de Bidasoa, que provienen de cincuenta y dos diócesis de todo el mundo, estudian en las facultades eclesiásticas de la Universidad de Navarra. A lo largo del coloquio, el Arzobispo ha comentado algunos de los aspectos de su trabajo en la Congregación y ha invitado a los seminaristas a «dar gracias a Dios por el don de estar aquí», ya que los años de formación sacerdotal van a ser los más preciosos de su vida. Con respecto a la formación espiritual de los seminaristas ha señalado que «debe ser cristocéntrica, eclesiocéntrica, misionera y mariana». Ha querido recordar a los sacerdotes que se han formado en el Colegio Eclesiástico Bidasoa, y ha invitado a los seminaristas «a seguir sus huellas», porque «ellos están trabajando ciertamente muy bien en la Iglesia».

Durante el Simposio se ha hecho un balance de los progresos alcanzados por la teología a lo largo de nuestro siglo gracias, sobre todo, a la enorme contribución de una gran generación de teólogos, muchos de los cuales participaron en el Concilio Vaticano II. En la conferencia conclusiva, Mons. André-Mutien Léonard, Obispo de Namur (Bélgica), bosquejó las líneas esenciales de una filosofía idónea para ser instrumento al servicio de la Teología, partiendo de que «oportet philosophari in theologia». Las demás relaciones del Simposio han sido presentadas por los profesores Aidan Nichols (Cambridge), Giuseppe Colombo (Milán) y José Manuel Sánchez Caro, Rector de la Pontificia Universidad de Salamanca.

Romana, n. 24, Enero-Junio 1997, p. 132-133.

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