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Saluto agli universitari partecipanti all’incontro UNIV 2008 (19-III-2008)

Dear Friends,

I offer a cordial welcome to all of you who have come to Rome from various countries and universities to celebrate Holy Week together, and to take part in the International UNIV Congress. In this way, you will be able to benefit from moments of common prayer, cultural enrichment and a helpful exchange of the experiences gained from your association with the centres and activities of Christian formation sponsored by the Prelature of Opus Dei in your respective cities and nations.

Vosotros sabéis que con un serio compromiso personal, inspirado en los valores evangélicos, es posible responder adecuadamente a los grandes interrogantes del tiempo presente. El cristiano sabe que hay un nexo inseparable entre verdad, ética y responsabilidad. Toda expresión cultural auténtica contribuye a formar la conciencia y estimula a la persona a superarse a si misma a fin de que pueda mejorar la sociedad. Uno se siente así responsable ante la verdad, al servicio de la cual ha de ponerse la propia libertad personal. Se trata ciertamente de una misión comprometida y para realizarla el cristiano está llamado a seguir a Jesús, cultivando una intensa amistad con Él a través de la oración y de la contemplación. Ser amigos de Cristo y dar testimonio de Él allí donde nos encontremos exige, además, el esfuerzo de ir contracorriente, recordando las palabras del Señor: estáis en el mundo pero no sois del mundo (cfr. Jn 15,19). No tengáis, por tanto, miedo, cuando sea necesario, de ser inconformistas en la universidad, en el colegio y en todas partes.

Cari giovani dell’UNIV, siate lievito di speranza in questo mondo che anela di incontrare Gesù, talora senza neppure rendersene conto. Per migliorarlo, sforzatevi anzitutto di cambiare voi stessi mediante una vita sacramentale intensa, specialmente accostandovi al sacramento della Penitenza e prendendo parte assiduamente alla celebrazione dell’Eucaristia. Affido ciascuno di voi e le vostre famiglie a Maria, che non smise mai di contemplare il Volto del suo Figlio Gesù. Su ciascuno di voi invoco la protezione di San Josemaría e di tutti i Santi delle vostre terre, mentre di cuore vi auguro Buona Pasqua!

Romana, n. 46, Gennaio-Giugno 2008, p. 26.

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