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Viajes pastorales

Con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud 2013, Mons. Javier Echevarría estuvo en Brasil y, también en los países del Cono Sur. Antes de emprender el viaje a América había pasado buena parte del mes de julio en España, y el día 1, invitado por el arzobispo de Zaragoza, Mons. Manuel Ureña, había participado en la bendición de dos estatuas de bronce de tamaño natural, una del beato Juan Pablo II y otra de san Josemaría, en la parroquia de Santa Engracia de la capital aragonesa.

En Río de Janeiro, adonde llegó el 24 de julio, el prelado del Opus Dei tuvo encuentros con fieles de la Prelatura y con otros jóvenes de diferentes países que participaron en la gran reunión mundial con el Papa.

Tras la Jornada Mundial de la Juventud, el 29 de julio, después de ir a rezar al santuario de Aparecida, patrona del país, pasó unos días en Sitio da Aroeira, una casa de retiros cercana a São Paulo, donde estuvo con los vicarios regionales del Opus Dei de las circunscripciones del continente americano. Días más tarde se reunió también con las secretarias regionales. El día 5 de agosto se trasladó a São Paulo, donde pasó 24 horas, dedicadas a los grupos de personas que participan en la labor apostólica de la Prelatura. Especialmente numerosa fue una reunión por la tarde, que se desarrolló en un pabellón polideportivo para personas de diversas edades y diferentes ambientes.

La siguiente etapa de su viaje, del 13 al 16 de agosto, fue Santiago de Chile. Ahí Mons. Echevarría fue recibido por el arzobispo, Mons. Ricardo Ezzati. También rezó a la Inmaculada del Cerro San Cristóbal y tuvo encuentros con los fieles de la Prelatura, así como con cooperadores y amigos que participan en las actividades de formación cristiana del Opus Dei.

El miércoles 14 de agosto recorrió y bendijo las dependencias de la Clínica Universidad de Los Andes, que se inaugurará próximamente. Monseñor Echevarría, que es rector honorario de esa universidad, hizo ver a quienes trabajan en la clínica que la catequesis más profunda del Papa Juan Pablo II fue la que hizo durante su última enfermedad, cuando no tuvo reparos para mostrar al mundo sus limitaciones físicas, porque sabía que eran una bendición de Dios. A partir de esa consideración, también les animó a hacer de la clínica un lugar fecundo de salvación física y espiritual para los pacientes, para sus familias y para los propios profesionales del centro, a través de un trabajo que se realice no solo con competencia profesional sino con unidad, cariño y comprensión. “Que esto se lleve a cabo con la grandeza de Dios, que quiere servirse de las mujeres y de los hombres que trabajan en sus proyectos”, concluyó. A continuación tuvo allí mismo una catequesis con la comunidad universitaria.

El jueves 15, estuvo con más de doce mil personas en el Movistar Arena. Una de las preguntas dirigidas a Mons. Echevarría provino de la madre de José Ignacio Ureta Wilson, el niño cuya milagrosa curación, atribuída a la intercesión del venerable Álvaro del Portillo, permitirá la próxima beatificación del primer sucesor de san Josemaría.

El día 16 acudió a La Pintana, un barrio periférico, donde se reunió con familias del lugar y bendijo la nueva iglesia rectoral San Josemaría. Lo recibieron los niños de los colegios aledaños a la iglesia, Nocedal y Almendral, cuya labor de evangelización está encomendada a la Prelatura del Opus Dei.

Del 16 al 18 de agosto, el prelado estuvo en Uruguay. El sábado 17, en el Palacio Peñarol, tuvo un encuentro con más de tres mil personas de diversas ciudades del país, en el que pidió oraciones por el Papa Francisco y habló a los padres y a las madres de familia, entre otros temas, de la educación de los hijos en la virtud de la sobriedad. Ese mismo día recorrió las obras de ampliación del centro de conferencias y actividades formativas La Cantera y se detuvo unos momentos en el centro educativo Los Pinos, labor social que frecuentan centenares de niños y jóvenes, donde lo esperaban los profesores, los estudiantes y las familias. Luego estuvo en el Centro de Apoyo para el Desarrollo Integral (CADI), obra de apostolado corporativo del Opus Dei. El CADI orienta sus actividades a la promoción humana, social y espiritual de la mujer. Se encuentra en un entorno de extrema pobreza, y actualmente se benefician de su labor más de 600 familias.

El mismo día de su llegada a Buenos Aires, el domingo 18, el prelado tuvo una tertulia en el campo de fútbol del colegio Los Molinos. Asistieron miles de personas, no solo de Buenos Aires y de otras ciudades de Argentina, sino también de Bolivia y Paraguay. En varios momentos, Mons. Echevarría pidió a los presentes que apoyaran con su oración y con su afecto al Papa.

Del 21 de agosto al 6 de septiembre el prelado pasó unos días en Solingen (Alemania). El día 31 tuvo un encuentro con fieles del Opus Dei y amigos en el Gürzenich de Colonia, un auditorio de la ciudad.


En diciembre, Mons. Echevarría realizó un viaje a Tierra Santa. Salió de Roma el día 27. Además de reunirse con las personas del Opus Dei que viven allí y con algunas familias, el día 28, sábado, tuvo una reunión con un público numeroso en Jerusalén, con traducción simultánea en árabe y en hebreo, y el día 29, domingo de la Sagrada Familia, tuvo otra en Belén.

El día 30, antes de regresar a Roma, se entrevistó con el patriarca latino de Jerusalén, celebró la Santa Misa en la Gruta de la Natividad, en Belén, y visitó los terrenos en los que se construirá Saxum, una casa de retiros que incluirá también un centro de atención de peregrinos, cuya primera piedra bendijo. Emplazado en Abu Gosh, el terreno de Saxum está a doce kilómetros de Jerusalén. Su nombre evoca el apelativo que, en algunas ocasiones, san Josemaría utilizaba para dirigirse a Álvaro del Portillo, por su firmeza en la fe y en la vocación al servicio de la Iglesia: “saxum” significa roca en latín.

Romana, n. 57, Julio-Diciembre 2013, p. 228-230.

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