Romana

Mons. Javier Echevarría resume personalmente, en su carta del 1 de septiembre a los fieles del Opus Dei, los viajes pastorales realizados durante los meses de julio y agosto: “A principios de julio, antes de llegar a esta ciudad [Pamplona], me detuve en Barcelona y en Gerona; aquí tuvimos una tertulia muy numerosa y bendije una imagen de san Josemaría que se ha colocado en un lugar donde se realiza una abundante labor de almas con gente joven. Luego, como ya os comenté, fui a Portugal para rezar ante Nuestra Señora de Fátima y reunirme con un buen grupo de hermanas y hermanos vuestros. Y el pasado día 23 estuve en Lourdes, honrando a la Señora”.

Y refiriéndose a su plan del 16 a 18 de agosto, continuaba: “También he realizado un rápido viaje a Holanda. Además de la alegría de ver a las personas de la Prelatura, he revivido parte de la prehistoria de la Obra en esa tierra, acompañando a nuestro Padre y al queridísimo don Álvaro: ¡cuánto rezaron recorriendo sus carreteras y ciudades, pensando en las mujeres y en los hombres que llegarían al Opus Dei, con una esperanza que ahora contemplamos hecha realidad! Vivamos a diario la Comunión de los santos”.

La carta, fechada en Torreciudad, prosigue: “Mañana, 2 de septiembre, ordenaré presbíteros a tres hermanos vuestros Agregados, que recibieron el diaconado hace seis meses; también por este motivo se me va la cabeza a san Josemaría, que soñaba con este paso: el momento en que vinieran algunos sacerdotes de entre estos hijos suyos. Rezad por ellos y por los frutos de las numerosas actividades realizadas durante este tiempo en todo el mundo; y cabe añadir por las Regiones del hemisferio sur que, con su vida ordinaria, nos sostienen a todos”.

El 4 de septiembre volvió a Roma, donde permaneció hasta el día 28 de ese mes, para desplazarse el fin de semana a Zürich (Suiza). Acudió directamente desde el aeropuerto a visitar a la Santísima Virgen de Einsiedeln, donde san Josemaría y el venerable Álvaro del Portillo rezaron muchas veces. En el curso de los diversos encuentros que tuvo, pudo conversar con personas provenientes de todas las ciudades suizas donde la Prelatura desarrolla su labor. Se interesó especialmente por las personas enfermas y tuvo para todos palabras llenas de confianza y de optimismo.

El sábado 29, refiriéndose a la fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, animó a los presentes a acudir a su intercesión y a hacer propósitos de ser fieles y apostólicos, y expresó su alegría al comprobar que se vivía en todas partes el mismo espíritu transmitido por san Josemaría. En varias ocasiones invitó a rezar incesantemente por el Papa Benedicto XVI.

Del 16 al 18 de noviembre estuvo en Milán (Italia), donde se reunió con muchos files del Opus Dei y amigos que participan en actividades de formación promovidas por la prelatura en esa ciudad y otras cercanas. El sábado 17 tuvo un encuentro con sacerdotes; y otro en la Residencia Universitaria Viscontea. Después visitó al Card. Angelo Scola, arzobispo de Milán, e hizo una visita al Duomo. Ahí rezó ante el Santísimo Sacramento, ante una imagen de la Virgen y acudió al altar que custodia los restos del beato Ildefonso Schuster. Por la tarde tuvo lugar en el Centro de Congresos de Fieramilanocity el encuentro más concurrido del viaje, con unas 4000 personas. Finalmente, el domingo, Mons. Echevarría tuvo ocasión de conversar con un nutrido grupo de universitarios en la Residencia Universitaria Torrescalla.

El 1 de diciembre Mons. Javier Echevarría viajó al Principado de Andorra, invitado por el arzobispo de Urgell y copríncipe de Andorra, Mons. Joan-Enric Vives, para conmemorar los 75 años de la llegada de san Josemaría a Sant Julià de Lòria, donde pudo visitar la primera iglesia no profanada que veía tras el periodo de clandestinidad durante la guerra civil española. Más abajo, en las correspondientes secciones, se recogen la homilía y el discurso pronunciado por el prelado en esa jornada y se detallan los actos de celebración de este aniversario en el que participaron cerca de un millar de personas.

Por último, al final de este semestre —el 15 y 16 de diciembre—, Mons. Echevarría estuvo en Verona (Italia). En diversos encuentros informales con variados grupos de personas, animó a todos a acudir al ejemplo y a las enseñanzas de san Josemaría para buscar al Señor en el trabajo y en la vida de oración, y a lanzarse a un apostolado audaz y lleno de fe. Han pasado poco más de 50 años desde que, en 1961, comenzó la labor apostólica del Opus Dei en Verona. El primer sacerdote diocesano italiano que pidió la admisión en la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, don Ferdinando Rancan, veronés, saludó al prelado al poco de su llegada. El sábado se reunió con más de seiscientas personas y respondió a preguntas sobre el matrimonio, la visión sobrenatural ante la crisis económica, la educación de los hijos, la libertad, la amistad, etc. Al igual que hizo en Milán, el domingo se encontró con un centenar de jóvenes, esta vez en la Residencia Clivia, donde tuvo lugar un vivaz diálogo. Después visitó el Duomo, rezó ante la “Madonna del Popolo”, y a continuación se reunió con otro grupo de jóvenes en la Residencia Pontenavi.