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Se abre el Proceso de Canonización de Guadalupe Ortiz de Landázuri

El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, presidió la sesión inaugural del Proceso de Canonización de Guadalupe Ortiz de Landázuri, que tuvo lugar el 18 de noviembre en el Colegio Mayor Zurbarán. Tras firmar el Decreto de Introducción de la Causa y nombrar el tribunal que se ocupará en adelante de recoger la documentación histórica y las declaraciones de los testigos, el Cardenal Rouco dirigió unas palabras a los asistentes al acto. “La Iglesia tiene interés en que se conozca y se reconozca a los santos”, afirmó el Cardenal. “Necesita que los que peregrinamos en la tierra sepamos —con nombre y apellidos, con rostros concretos, con vidas que se pueden escribir en una biografía— que la Iglesia está llamada a vivir ese destino. Es lo que queremos reconocer en la vida de Guadalupe Ortiz de Landázuri”.

El Cardenal Rouco subrayó que la Iglesia y el mundo necesitan laicos santos, y recordó el mensaje del Fundador del Opus Dei, “cuyo carisma se ha centrado especialísimamente en descubrir la necesidad de cultivar este aspecto esencial de la vocación cristiana y de hacerlo relevante en la vida y en la misión de la Iglesia del siglo XX, del siglo XXI y de los siglos que vengan”.

Guadalupe Ortiz de Landázuri nació en Madrid el 12 de diciembre de 1916 y falleció en Pamplona, con fama de santidad, el 16 de julio de 1975. Conoció al Beato Josemaría en 1944 y enseguida vio claro que Dios la llamaba a formar parte del Opus Dei, para buscar con ese espíritu la santidad en la vida ordinaria. El Fundador se apoyó en ella para extender la Obra, y en 1950 le pidió que fuera a comenzar el trabajo apostólico en México. En este país puso en marcha la residencia universitaria Copenhague, y con la ayuda de las estudiantes que se acercaron a esa residencia impulsó varias iniciativas para la promoción humana de jóvenes campesinas, tanto en la capital como en Monterrey, Tacámbaro, Amilpas y otros lugares. Tras su regreso a España, trabajó como profesora en dos institutos de la capital. Era doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Madrid. Sus alumnos y sus colegas coinciden en subrayar la calidad de sus clases, la atención amable que prestaba a todos, su respeto a la libertad y la visión cristiana de la vida que empapaba sus lecciones.

La vida de Guadalupe, comentó el vicepostulador de la Causa, el Rev. Benito Badrinas, es la de una mujer cristiana que buscaba la santidad hilvanando cosas pequeñas, muy pequeñas. Guadalupe, afirmó también el vicepostulador, “llevó una vida de trabajo por amor a Dios, ayudó a un gran número de personas a encontrarse con Él, afrontó cristianamente los problemas de su época y se preocupó por las necesidades educativas y espirituales de quienes la rodeaban, con un gesto siempre amable”.

La Causa de Guadalupe Ortiz de Landázuri se abre tres años después que la de su hermano Eduardo (1910-1985), médico eminente y, como Guadalupe, fiel de la Prelatura del Opus Dei.

Romana, n. 33, julio-diciembre 2001, p. 214-215.

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