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En la fiesta del Beato Josemaría

En todo el mundo, multitud de personas han acudido a las ceremonias que han tenido lugar en numerosos países en torno a la fiesta del Beato Josemaría, el 26 de junio. En muchos casos, han sido presididas por el Obispo del lugar o por el Nuncio de Su Santidad.

El 23 de junio tuvo lugar una Misa en honor del Beato Josemaría en la parroquia de Shukugawa, Japón. Bastantes fieles vinieron de otros lugares, como Tokio, Kioto, Kanazawa u Okayama. Concelebraron la Santa Misa Mons. Takaaki Hirayama, Obispo dimisionario de Oita, Mons. Soichiro Nitta, Vicario Regional de la Prelatura del Opus Dei en Japón, y Mons. José Ramón Madurga, que celebra este año sus bodas de oro sacerdotales y que ha dedicado la mayor parte de esos años al trabajo pastoral en Japón. En su homilía Mons. Hirayama encareció a los asistentes a realizar un apostolado audaz como resultado de un esfuerzo sincero por ser santos, actuando en la sociedad “como la levadura actúa en la masa”.

En Cartago (Costa Rica) la celebración eucarística fue en el Santuario Nacional de la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, patrona del país. El Nuncio de Su Santidad, Mons. Antonio Sozzo, presidió la concelebración eucarística. A su término dirigió unas breves palabras: “el mensaje del Beato Josemaría perdurará por los siglos recordándonos a todos que estamos llamados a la santidad en lo ordinario, en el lugar en el que estamos, a pesar de nuestras flaquezas y de las dificultades. Vivir así es lo que cambia todo”.

En Managua, unas 500 personas se reunieron en la Catedral Metropolitana con motivo de la fiesta del Beato Josemaría. El celebrante principal fue el Cardenal Miguel Obando Bravo, Arzobispo de la ciudad. Con él concelebraron ocho sacerdotes diocesanos. Al inicio de la ceremonia el Cardenal alabó la labor que la Prelatura desarrolla en Nicaragua. Dijo que el Fundador del Opus Dei supo unir la santidad y el apostolado. Animó a los presentes a ir “mar adentro”, como ha invitado el Papa en la Carta Novo millennio ineunte y como lo había vivido el Beato Josemaría. La Santa Misa fue retransmitida en directo por la Radio Estrella del Mar.

Como otros años, hubo Misas conmemorativas en muchas ciudades de Italia. En Roma, el Prelado del Opus Dei presidió la ceremonia en la Parroquia del Beato Josemaría 2. En Florencia, la Misa en honor del Beato Josemaría se celebró en la Catedral de Santa María. La concelebración fue presidida por S.E.R. Mons. Ennio Antonelli, recientemente nombrado Arzobispo de la ciudad, junto con doce sacerdotes. La celebración fue acompañada por cincuenta voces de la Coral San Nicolás de Ràmini (Pistoia). Participaron más de quinientas personas provenientes de varias ciudades de la Toscana.

Mons. Émile Marcus, Arzobispo de Toulouse, presidió la concelebración el 26 de junio en la iglesia de Notre-Dame de la Dalbade. En su homilía habló de la juventud de los santos, que nunca pasan de moda, sino que, al contrario, son siempre actuales e incluso anticipan el futuro.

En Kazajstán, el Administrador Apostólico de Almaty, Mons. Henry Howaniec O.F.M., presidió la concelebración de la Misa en honor del Beato Josemaría en la Catedral de la Santísima Trinidad. En la homilía resaltó el sentido de la filiación divina en la vida y en la predicación del Beato Josemaría, y animó a los fieles a imitar su vida de oración. Entre los asistentes había personas de ascendencia rusa, kazaja, alemana y polaca.

El martes 26 de junio tuvo lugar la Santa Misa solemne en honor del Beato Josemaría en la Basílica Catedral de Vilnius (Lituania). La concelebración fue presidida por el Nuncio Apostólico para los países Bálticos, Arzobispo Erwin Josef Ender, junto con el Vicario Regional de la Prelatura del Opus Dei y otros sacerdotes. Mons. Ender se dirigió a los asistentes recordando los días de la Beatificación de Josemaría Escrivá, en mayo de 1992, a la que asistió. Agradeció el trabajo de los sacerdotes y laicos de la Prelatura en los países Bálticos, especialmente en Estonia, donde la Iglesia, aunque minoritaria, ve con alegría un renacer de conversiones.

El Cardenal Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Eugênio de Araújo Sales, el Obispo auxiliar Mons. Rafael Llano Cifuentes, el Vicario de la Delegación de la Prelatura, Mons. Pedro Barreto, y otros sacerdotes concelebraron una Misa solemne en la iglesia de la Candelária. En su homilía, el Cardenal citó y comentó algunos párrafos de la alocución que el Papa dirigió, el 17 de marzo de este año, a los fieles de la Prelatura que participaron en unas Jornadas de estudio de la Carta apostólica Novo millennio ineunte. Celebraciones análogas tuvieron lugar en Brasilia, Curitiba, Belo Horizonte, Porto Alegre, Niterói, Campinas, São José dos Campos, Londrina y Sorocaba.

En la Catedral de Braga (Portugal), presidió la concelebración Mons. António Marto, Obispo auxiliar de la ciudad. En la homilía destacó la centralidad de Cristo en la vida y en las enseñanzas del Beato Josemaría, siendo la filiación divina el fundamento de su vida espiritual.

Mons. James Clancy, Vicario General de la Archidiócesis de Glasgow, y actualmente encargado del gobierno de la Archidiócesis desde el reciente fallecimiento del Cardenal Winning, fue el celebrante principal en la Santa Misa que tuvo lugar en la Catedral de St. Andrew’s. Mons. Clancy comenzó diciendo que el primer cura párroco del que fue adjutor era muy devoto del Beato Josemaría y solía citarle muchas veces. Se alegraba mucho celebrar ahora esa Misa en su honor. Al final, refiriéndose al número de niños que había asistido y al natural alboroto que habían causado, dijo: “La iglesia es el mejor sitio donde pueden estar los niños, así es que, ¡traedlos a la iglesia!”

En Kinshasa, la fiesta litúrgica del Beato Josemaría Escrivá, que se celebró en la Catedral de Notre-Dame, congregó a más de un millar de personas. La concelebración eucarística fue presidida por Mons. Xavier Hervás, Vicario Regional de la Prelatura, y contó con la participación, entre otros, del secretario general de la Conferencia Espiscopal nacional, l’abbé Urbain Kabunga.

Muchas fueron las misas que se celebraron en Estados Unidos. En Boston, presidió la concelebración el Cardenal Bernard Law. En Manchester (New Hampshire), el Obispo Mons. John B. McCormick. En Syracuse (New York), el Obispo Mons. James Moynihan. En Washington, D.C., el Cardenal Theodore McCarrick. También hubo misas en honor del Beato Josemaría en Miami, Pittsburgh, Chicago, Milwaukee, St. Louis, Moline, Denver, Houston, Dallas y San Francisco, por citar algunas ciudades. En la Catedral de St. Patrick de Nueva York, Mons. Renato Martino, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, presidió la concelebración en la que participaron 14 sacerdotes. El Arzobispo animó a los presentes a continuar su servicio a la Iglesia, haciendo lo que es propio del Opus Dei: buscar y manifestar a Cristo en la vida ordinaria, siendo testigos de Él en medio del trabajo diario.

En la ciudad de San Salvador, la Santa Misa en honor del Beato Josemaría, se celebró en la iglesia de San José de la Montaña y fue presidida por Mons. Fernando Sáenz Lacalle, Arzobispo Metropolitano. Concelebraron el Vicario de la Delegación del Opus Dei en El Salvador y el Vicario General de la Archidiócesis. Asistieron unas mil quinientas personas.

En Chile fueron numerosas las celebraciones en todo el país. Desde Valdivia hasta Osorno, Antofagasta, Valparaíso, Punta Arenas y la propia capital, Santiago.

En Medellín celebró el 26 junio Mons. Gonzalo de Jesús Rivera Gómez, Obispo Auxiliar, en la iglesia de Sta. Teresita, para 800 personas. Entre otras Misas en Colombia, fue singular la celebrada en el pequeño municipio de Rebolo, departamento del Magdalena, diócesis de Santa Marta, entre cuyos fieles existe una gran devoción al Beato Josemaría por los favores que consiguen a través de su intercesión.

En la Catedral de Yaoundé la solemne concelebración eucarística fue presidida por Mons. André Wouking, Arzobispo de la ciudad, quien en su homilía invitó a los asistentes a responder a la llamada a la santidad y al apostolado que nos dirige el Señor y que el Beato Josemaría predicó durante toda su vida con su palabra y su ejemplo. “Dios le había hecho comprender —dijo— que no es necesario, para un cristiano corriente, salirse de su sitio, cambiar de condición en la sociedad o en la Iglesia, para trabajar por Cristo”. Y recordó que “los fieles de la Obra, sacerdotes y laicos, no cambian, por el hecho de su pertenencia a la Prelatura, su situación en la Iglesia, aunque se comprometen firmemente en la misión de la evangelización”.

El Cardenal Arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, celebró la Santa Misa en honor del Beato Josemaría el día 26 de junio, en la catedral de Lima. Concelebraron con él Mons. Rino Passigato, Nuncio Apostólico de la Santa Sede en el Perú, Mons. José Luis López-Jurado, Vicario Regional del Opus Dei en el Perú, y otros 15 sacerdotes. Asistieron cerca de tres mil personas.

En Cañete (Perú) la imagen del Beato Josemaría -una vez terminada la Misa- fue llevada en procesión en un largo recorrido, acompañada por el fervor de numerosísimos fieles. En Arequipa se celebró la Santa Misa en un salón anejo a la iglesia de Yanahuara, que estaba inhabilitada después del reciente terremoto. Presidió la ceremonia el Arzobispo, Mons. Luis Sánchez-Moreno.

En la ciudad de Buenos Aires se celebró una Misa en honor del Beato Josemaría, en la Catedral Metropolitana. Fue presidida por el Arzobispo de la ciudad, Cardenal Jorge Bergoglio, y fue concelebrada por el Vicario Regional de la Prelatura del Opus Dei en Argentina. Asistieron unas 2.500 personas.

El 26 de junio, en la Iglesia de Notre-Dame des Dons de Achrafieh, se celebró la Santa Misa en honor del Beato Josemaría, presidida por Mons. Boulos Matar, Arzobispo maronita de Beirut. En su homilía Mons. Matar habló de la santificación del trabajo como mensaje central para el hombre del tercer milenio. La santidad no está reservada a los religiosos y sacerdotes. Todos los fieles están obligados a buscar la santidad y a dar testimonio de vida cristiana en todos las circunstancias de la vida. A la Santa Misa, celebrada en rito maronita, asistieron unas 400 personas.

En Praga, presidió la ceremonia en la iglesia de Nuestra Señora de Tyn, Mons. Vacláv Maly, Obispo auxiliar de la ciudad. En Budapest el celebrante principal fue el Nuncio de Su Santidad, Mons. Karl Josef Rauber.

En Sydney, el Obispo Auxiliar de la diócesis, Mons. Peter Ingham celebró la Misa en honor del Beato Josemaría el día 26 de junio. Mons. Ingham insistió en su homilía en la misión apostólica que todos los miembros de la Iglesia tienen encomendada.

Otras muchas celebraciones eucarísticas tuvieron lugar también en diversas ciudades de España, de Filipinas, de Alemania, así como en Macao, Shangai, Hong Kong y Johanesburgo, por citar algunos puntos del planeta. Este año, por vez primera, se han celebrado ceremonias litúrgicas en honor del Beato Josemaría en Moscú y Mozambique.

Romana, n. 32, enero-junio 2001, p. 79-86.

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