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Peregrinos en la Iglesia prelaticia

Durante este Año Santo, la Iglesia de Santa María de la Paz, como otras muchas iglesias romanas, es un lugar de oración al que han acudido peregrinos de todo el mundo llegados a Roma para ganar la indulgencia jubilar. Movidos por la devoción al Beato Josemaría, vienen a la Iglesia prelaticia para recurrir a su intercesión y venerar sus reliquias, que se encuentran en la urna colocada bajo el altar. Los fieles de la Prelatura, además, pueden obtener las indulgencias del jubileo en la misma Iglesia de Santa María de la Paz[1].

Para facilitar la acogida de grupos de peregrinos se editó un folleto informativo que permite situar el lugar y avisar la llegada con antelación. Contiene, asimismo, un itinerario de los lugares donde se puede lucrar la indulgencia del Año Santo y la información necesaria sobre los requisitos para hacerlo.

A lo largo de estos meses ha habido un continuo ir y venir de personas, que invocan la intercesión del Beato Josemaría en este lugar de oración pidiendo a Dios gracias de todo género: la conversión de un amigo, el restablecimiento de la paz familiar en un hogar, la superación de un problema o la curación de una enfermedad...; y muchas veces también el motivo de su presencia es dar gracias al Señor que siempre escucha la oración humilde y perseverante.

[1] Cfr. Decreto del 8-XII-1999 sobre el Jubileo en la Iglesia Prelaticia de Santa María de la Paz, Romana, n. 29, pp. 223 y ss.

Romana, n. 30, Enero-Junio 2000, p. 90.

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