Romana

En el mensaje de Mons. Fernando Ocáriz del pasado 15 de noviembre —que se reproduce en este número de Romana— el prelado comunica que a lo largo de 2024 se van a celebrar asambleas regionales (también llamadas semanas de trabajo) en todas las circunscripciones de la Prelatura.

¿Qué son y cuál es la función de estas asambleas? Tal y como prevén los estatutos del Opus Dei (nn. 162-170), las asambleas regionales son un medio para que en cada lugar se estudien los temas más relevantes para la formación y la misión apostólica de sus miembros, y se haga balance de la actividad desarrollada desde la asamblea anterior. Tienen lugar cada diez años y todos los miembros —junto a los cooperadores y amigos que lo deseen— pueden participar con la comunicación de experiencias, sugerencias, propuestas, etc. (n. 167).

San Josemaría convocó la primera «semana de trabajo» en 1943, en Madrid, en la que participaron 16 personas; en el caso de las mujeres, la primera tuvo lugar en 1948. Durante los años fundacionales hubo seis asambleas de este tipo. Desde el origen, san Josemaría entendió la importancia de la participación de todos, y así está expresado en el punto 167 de los estatutos. Desde el fallecimiento del fundador, se han celebrado con regularidad en las diversas circunscripciones.

El tema de las asambleas regionales de 2024 es: Camino hacia el centenario de la Obra. Profundizar en el carisma y renovar nuestro deseo de servir a Dios, a la Iglesia y a la sociedad. Como subraya Mons. Ocáriz, «comenzamos así la preparación más concreta del centenario, en la que deseo que todos participéis».

El prelado añade que «puede ser una ocasión para profundizar en el “don del Espíritu recibido por san Josemaría” (Ad charisma tuendum), en la belleza de la misión de servicio a la Iglesia y a la sociedad y en el deseo de acompañar a muchas personas en el camino hacia el cielo». Será también una oportunidad «para reflexionar sobre cómo responder a los desafíos del tiempo presente desde el espíritu del Opus Dei».

Al acercarse el inicio de las próximas asambleas regionales, rogamos a Dios que estos meses de amplia participación y escucha mutua faciliten la unidad en la variedad, y sean una verdadera manifestación de ese «caminar juntos» al que está convocada toda la Iglesia. Como nos invita el Papa Francisco, tengamos bien presente que la primera escucha es a la voz de Dios, porque «la Iglesia avanza, camina junta, es sinodal; pero siempre es el Espíritu su gran protagonista» (Francisco, Discurso a los fieles de la diócesis de Roma, 18 de septiembre de 2021).